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No consigo resolver…

04 Jul

No consigo resolver

el misterio femenino,

cómo actúa el corazón,

de su cuerpo el atractivo.

Si la sigues y te adaptas

dirá que seas tú mismo,

mas si es que la contradices

romperá con tu camino.

Has de ser tú y no serlo,

coincidir con su capricho

sin que vea ni que sienta

que estás forzando el destino.

De pronto puede decirte

que te ocultas bajo armiños,

mas si pierdes los adornos

eres vulgar y mohíno.

Si la sigues no le gusta

más de un rato peregrino,

si la precedes se queja

de conducirla sin tino.

En el fondo te parece

que sin tomar poderío

desea ella que mande

en ti todo su albedrío.

De pronto un día te obsequia

con pasión y desatino

y al día siguiente observas

que no eres más que un cretino.

Eso de ser muy lineal

puedes echar al olvido…

Hablar de amor no te creas

porque está cuestionadísimo.

“¿Dónde están esos detalles,

esos que me son tan íntimos,

en los que yo me doy cuenta

y que me amas percibo?”.

Y tú puedes dar por hecho

que ni siquiera lo has visto,

y es que resulta que ella

con eso te ha revestido

proyectando lo que siente

igual que por ti sentido.

Sin precedente siquiera

te puede asestar un dicho

que te rompa en mil pedazos,

que dice romper contigo.

¡Ay que su sabiduría

puede lanzarte al abismo!

Porque,  sin reconocerlo,

es diosa y marca el destino

de los míseros mortales

que reptan por los caminos.

La religión más difícil

la de éste su embrujo esquivo.

Nunca sabrás qué es lo propio

en este minuto mismo.

La llevarás en tu alma,

tu cuerpo será testigo

de su embrujo incalculable,

tu corazón como un niño

por cuando quiera mirarte

y hacerte feliz y altivo.

¡Ay mi diosa, sé tú misma

aun perdiendo mi camino!

 

  

 
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Publicado por en 4 julio, 2013 en Poemas

 

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