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Archivos Mensuales: agosto 2012

Lo negativo del pensar.

Solemos expresar los pensamientos negativos, como parece lo lógico, de forma negativa.

Recordad, por favor, que siempre me refiero a la negatividad del pensar introducida en la vida interior.

Pero puede justamente esta “pista” del propio lenguaje algo que nos alerte de su intromisión.

Por ejemplo, cuando negamos la confianza en una persona, “desconfiar” de ella, no confiamos…

Cuando nos retraemos de alguien, nos separamos…”no la queremos”, o no queremos vivir o estar con ella…

Cuando deseamos algún daño a alguien, “no queremos su bien”…

LO NEGATIVO…

Parece existir una conexión profunda entre LO QUE NO ES y la expresión negativa.

Y, por el contrario, LO QUE ES se expresa siempre en positivo: Confianza, amistad, amor, alegría, belleza, felicidad…

Usando esta característica semántica, podemos alertarnos en la comunicación con nosotr@s mism@s y con las personas y el mundo.

En especial podemos estar más vigilantes si hablamos del futuro:

“No te volveré a ver…”

“Nunca estaremos juntos…”

“Jamás podré ser feliz…”

“No conseguiré liberarme del mal de este mundo”…

Del futuro sabemos algo: QUE NADA SABEMOS.

Afirmar, por lo tanto, sobre él, lo negativo es, como poco, imprudencia y temeridad. Y tejer de antemano una capa de negrura sobre la realidad que vendrá…

Si vivimos el ahora, si nos entregamos a él, lo real es lo que estamos viviendo.

Podrá ser alegre o triste, gozoso o doloroso. Pero si se vive plenamente, tiene una característica única y especial:

NO EXISTE TEMOR NI EXISTE DESEO.

Porque vivir con plenitud en el ahora, comporta ABRAZAR LO QUE TENEMOS EN EL INSTANTE.

Cuando hay dolor, no hay temor a él puesto que ya está presente lo temido.

Tampoco cuando hay gozo existe el deseo por la misma razón, ya está con nosotros lo que el deseo buscaba.

AMBOS SE DIRIGEN AL FUTURO.

El uno para evitar que se repita el dolor ya conocido.

El otro para lograr el placer ya tenido.

EN EL AHORA NO HAY NINGUNO DE LOS DOS.

Y la ausencia de temor y de deseo, cambia la mente. La aquieta en profundidad…La permite vivir LO REAL Y VERDADERO.

Y entonces no se expresa EL NO.

Porque se está haciendo la gran afirmación de LO QUE ES.

Y ello excluye toda negatividad…

 

Así pues, amig@s mí@s, advirtamos que el propio pensamiento, entrometido en nuestra vida interior, nos da señales a través de las palabras para poderle dejar al margen, o –mejor aún- para englobarle en la percepción de lo negativo.

Lo cual nos alerta para ser conscientes.

Y la consciencia, el darnos cuenta, EXTINGUE LO NEGATIVO…

 
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Publicado por en 31 agosto, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

¿Será posible abandonar el pensamiento colocándolo en su lugar?

Una cierta angustia acompaña la expresión de mi título de hoy.

Porque siento que no he logrado ayudar lo suficiente a personas amadas a VER.

No me preocupa el hecho de no haber sido yo. Hace un tiempo cité en este blog el libro de “El poder del ahora” que a otras personas –me dijeron- les ayudó a verlo de manera seria y eficaz.

¡De nuevo lo recomiendo, amig@s!

Su autor, Ekhart Tölle, recorrió, según se indica en su biografía, un serio camino espiritual. Y sus palabras parecen haber ayudado a muchas personas a ver esta luz que yo mismo –torpemente sin duda- intento comunicar.

Seguramente que mi propio ego oscurece mis palabras. Que ponga de relieve tal vez lo menos importante antes que lo contrario. Que “lo intelectualice”, dificultando de tal modo su transmisión.

No lo sé, amig@s mí@s. Y no me preocupa por mí.

Me preocupa solamente que llegue a las personas que amo LA CLARIDAD.

Me preocupa que ellas –al leerme- no puedan saltar, por encima y más allá de mis palabras,

A LA REALIDAD.

¡DE TODOS LOS MODOS PARA MÍ POSIBLES DESEA MI CORAZÓN INTENSAMENTE QUE SE PRODUZCA ESE HALLAZGO!

Y hoy vuelvo a escribir.

Sin saber si podré manifestar todo cuanto les ayude A VER, a colocar en su lugar al pensamiento,

a evitar que él interfiera en su vida interior.

Llevo ya muchos años trabajando dentro de mí para poder conseguirlo. Y sé y doy por hecho que son, todavía, muchas las veces en las que él me invade.

Tal vez por esto mismo, sin buscar más motivos, no logro  prestar la ayuda conveniente, porque no he detenido en mí ni totalmente ni para siempre la acción de pensamiento.

Quien me conozca lo sabe, porque brotan reacciones de mí que las guía el pensamiento.

¿Cómo, pues, va a ser mi ayuda la adecuada?…

Si hablas de lo que, en verdad, no sabes enteramente, sin duda te has de equivocar.

¡Perdón os pido por ello! Y estaré más atento…

 

He de aclarar que fue J. Krisnahmurti quien, el pasado siglo, empleó esta denominación.

No se refería él únicamente al acto intelectual del pensamiento, el acto cerebral de las neuronas del neocórtex. Incluía en ello igualmente las emociones y sentimientos que emergen del cerebro emocional. Aludía al “pack” completo en tanto que en él se recogían los condicionamientos del pasado.

En nada se oponía  al uso adecuado del pensamiento del que junto con su amigo David Bohm, Premio Nobel de Física, dialogando sobre ello, coincidió con  él en su afirmación de que “el pensamiento es un proceso material en el cerebro”.

Se separaban ambos con ésto de la filosofía “espiritualista” y de las religiones que consideran el pensamiento como el acto de una facultad del alma.

En el libro “Más allá del tiempo”, donde se recogen estos diálogos, consideran también ambos que “es infantil”  la afirmación del “alma inmortal” individual.

Será, sin duda, sorprendente ello para muchos. Pero leyendo la obra de K. se comprende perfectamente su mensaje, dispar desde luego de  religiones y de algunas filosofías.

“Pensamiento” es el conjunto de condicionamientos y creencias del pasado que determinan las reacciones del cerebro y de la mente.

Es “el pasado” inscrito en la memoria y activo e influyente en el momento actual.

No se refiere, propiamente, al mundo de “los conocimientos”, aunque el modo de tenerse y usarse por la mente puede también estar afectado por aquel, siempre –por ejemplo- en que ellos sean tenidos como dogmáticos y ocupantes de la máxima categoría en la mente.

“La experiencia” que hemos vivido (perteneciente al pasado y la memoria) puede formar parte del “pensamiento” en tanto que haya condicionado  nuestras “reacciones”, lo cual sucede con harta frecuencia.

Y lo mismo puede decirse de lo que llamamos “nuestro modo de ser” que es sencillamente un mapa cerebral establecido a lo largo del tiempo por decisiones nuestras.

Muchas son las “grabaciones” procedentes de la infancia que nos afectan, limitan y provocan reacciones actuales. Contienen muchas de las decisiones básicas que han compuesto nuestro modo de ser. Y vienen a ser “el colchón” sobre el que y por el que se inscribieron decisiones posteriores.

“Somos el producto de nuestro pasado”, afirma el maestro y podemos afirmar prácticamente todos.

 Entra ahí en acción posible “la Psicología” que  tiene poco que ver con las propuestas de K., aunque ella pretende también utilizar la capacidad reina de la mente que es LA CONSCIENCIA, pero no en exclusiva y dentro de un sistema de conocimientos.

 

“DARSE CUENTA” es expresión suya que expresa sin darle ningún misterio, negando que lo tenga.

No se trata de realizar “actos esotéricos”, sino simple y sencillamente de ser conscientes de ese conjunto del pensamiento que nos está influyendo,

de su actividad y de sus motivos subconscientes.

PATENTIZAR A LA CONSCIENCIA tales motivos es la acción completa del “darse cuenta” y es a la par la DEFINITIVA. Nada más hay que hacer, eso es todo.

Y en ello está la diferencia de su propuesta frente a las formas “tradicionales”, que incluyen “arrepentimiento”, “propuesta de cambio”, y “establecimiento de un ideal” que está en el futuro y que supone una manera gradual de cambio. Y que atraviesan, además, por la vivencia de la “culpa” y el deseo de la “inocencia” recuperable.

Todo lo cual es un proceso en el tiempo.

EN CAMBIO TODO EMPIEZA Y TERMINA EN EL DARSE CUENTA EN CADA INSTANTE.

LO NEGATIVO CESA YA, no en el futuro.

Puede volverse a producir un retorno de esa negatividad en el cerebro/mente. Y la nueva acción del darse cuenta lo hará cesar de nuevo.

Hasta que se produzca lo que K. llama “discernimiento total” que es un acto del darse cuenta de tal claridad e intensidad que hace desaparecer los últimos motivos del subconsciente.

Y ello jamás vuelve a la mente. Quedó ella libre por completo de su presencia e influencia. “Se vació” de ello. Y en tal campo LA MENTE ESTÁ ILUMINADA. TRANSFORMADA. ES LIBRE…

 

El mundo de los condicionamientos y creencias es inmenso y liberarse de ellos puede parecer tarea imposible o propia de muchas vidas.

Según me parece ver, no hay que proponérselo porque –además de su aparente imposibilidad- sería “establecer un ideal de futuro” que despojaría a la mente de parte de su energía que ha de ser vivida plenamente en el instante.

La vida ha de ser vivida instante a instante.

Es AHORA cuando la acción del darse cuenta ha de realizarse.

Y es justamente AHORA cuando se presenta a la mente el condicionamiento o creencia concreto y real que puede abordar, no la totalidad de tal mundo.

EXISTE, PUES, UN MODO NATURAL DE SELECCIONAR LOS CONDICIONAMIENTOS:

CENTRAR EL DARSE CUENTA EN LOS QUE SE PRESENTAN PRETENDIENDO “SECUESTRAR” LA RESPUESTA AL RETO DE LA VIDA.

Ello lleva consigo lo que K. llama un estado de ATENCIÓN ALERTA.

La mente ha de estar vigilante, no dormida ni embebida en la actividad “espontánea o forzada”

por el modo de vivir.

Lo cual entiendo que lleva consigo “una cierta quietud” de la mente, una “paz”, una “serenidad”,

una “distancia”…Cuanto haga posible que ella se centre en “el darse cuenta”, sin dar importancia a “ideas” y “creencias” y condicionamientos de cualquier tipo.

ALERTA PARA SER CONSCIENTE. ATENCIÓN COMPLETA…

Podrá ser que, en tales momentos, la actividad constante del pensamiento quiera “añadir” su movimiento . Y la acción del darse cuenta lo podrá englobar como otro elemento del conjunto, sin lucha ni esfuerzo…

LA CONSCIENCIA NO TIENE TAMAÑO.

Se puede extender mucho o poco. Y cuanto más plena sea, más total es su “efecto” (por decirlo así) sobre la mente y sus contenidos.

Se realiza entonces esa acción de “vaciar” y “liberar”. Desaparece el pasado y el ahora es presente para ella.

Y por tal razón EMERJE DE LA MENTE LA ACCIÓN CORRECTA Y CREATIVA.

Correcta porque en ese instante no está influyendo en ella todo el viejo mundo de “re-acciones” grabadas en el subconsciente. Y al desaparecer “lo negativo” lo que existe en ella ES POSITIVO.

Y creativa porque no se apoya en ningún precedente de la memoria. No es “re-acción” contra nada, sino ACCIÓN, recién nacida en la mente.

He visto en alguna persona singular estos hechos.

Pasar de pronto, sin pausa ni reflexión, de una emoción que podía contener elementos negativos

a una emoción y acción completamente diferentes.

De preocupación, tristeza, angustia, ansiedad… a una ALEGRÍA LIMPIA Y TOTAL.

UNA ACCIÓN CORRECTA Y CREATIVA…

Nunca se trata de “un proceso”. No es efecto de reflexiones ni ideas ni de otras emociones.

ES INSTANTÁNEO.

Y entiendo que ello es justamente la señal de lo que se realiza en la acción de la CONSCIENCIA que coloca al pensamiento en su lugar.

Por el contrario, cualquier “cambio paulatino” no es la acción del darse cuenta, sino un proceso del pensamiento…

 

No sé, amig@s mí@s, si lo expuesto será adecuado y suficiente para vosotros.

Pero esto es lo que hoy os comunico desde el corazón.

 

 

 

   

 

 
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Publicado por en 30 agosto, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Libertad de opción y la otra libertad.

“¡Haz lo que quieras!”, podemos decir a otra persona.

Y, según la situación y el contexto, puede la frase mostrar benevolencia, hartazgo o desdén.

Puede –si se dice entre personas que se quieren- mostrar el deseo de la una para que la segunda actúe sin ninguna preocupación ni limitación a sus deseos propios. Le indica a ésta que va a recibir con agrado y acuerdo sus decisiones, sean las que sean.

Hace falta amor para decir esto de verdad…

“Hartazgo” podría manifestar la frase cuando –tras diálogos y discusiones múltiples- no consigue la una persona que la otra acepte sus razones. Y se convierten entonces esas palabras en una manera de zanjar la discusión, manifestando la impotencia de convencer a la primera…

“Desdén”, en tercer lugar, expresará la frase cuando una persona se desentiende de la otra y de lo que le suceda, mostrando su desinterés con la indicación que –por ella y puesto que “le da igual”- puede decidir lo que se le antoje…

Sacada de estos contextos, podría ser la frase el comienzo de una filosofía de vida. Y sinceramente deseo hoy comentaros algo al respecto, pero “sin hacer filosofías”, lo cual no me parece fácil porque son muchos los asuntos existenciales que toca la palabra “querer” y la palabra “libertad”.

Renuncio de entrada, amig@s mí@s, a escribir de manera completa sobre ello. Y permitidme que muestre, lo más sencillamente que pueda, alguna concreta visión sobre tan inmenso mundo…

 

La “libertad de opción” me parece que es la que con más frecuencia suele llamarse “libertad”. El poder elegir entre, al menos, dos extremos, hacer esto o lo otro, pensar de una manera o de otra, sentir de un modo determinado o sentir de otro.

Podríamos llamar a estas formas de la libertad de opción, a la una “libertad de acción”, a la otra “libertad de pensamiento” y a la tercera “libertad emocional”.

Parece claro que, de todas esas formas, la más amenazada es la primera, puesto que topa con otros seres, topa en la sociedad con la ley y topa con “la moral”.

“Lo interno”, mientras no llega a manifestarse, queda protegido en la intimidad personal. Podrías ser “un hereje” en tiempos de la Inquisición sin riesgo de ser quemado en la hoguera. O un ácrata en tiempos y países de dictaduras represivas sin ser confinado en la cárcel. O amar a siete mujeres, sin “escándalo público” con tal de guardar tus sentimientos en tu corazón.

No me parece desdeñable este hecho propio del ser humano, el de poder “guardar en su interior”.

En no pocas circunstancias es algo que puede salvar de peligros indeseados. No tenías que terminar inevitablemente tu vida siendo un mártir,

porque te bastaba con no proclamar a los cuatro vientos que eras cristiano…Y muchas situaciones de “vida normal” pueden salvarse de peligros que no se desea correr, recurriendo a este hecho…

Pero también requiere un grado de libertad, la de que “su moral” no le obligue a manifestar lo que guarda en su interior.

Y topamos ya con algo que suele complicar mucho “la libertad de opción”, porque no son pocas las personas cuyas pautas internas las empujan a manifestar pensares y emociones interiores. En cuyo caso y para ellas, deja de ser opcional el dejarlo encerrado en su interioridad, porque no quieren “sentirse falsas”. Aunque, en absoluto,

podrían mantener su libertad de opción pagando ese tributo interno…

No es, pues, la libertad de opción el mero elegir entre dos acciones o dos cursos de acción. Tal libertad se adentra en el cerebro y la mente humana y, al hacerlo, se reviste de tantas características como tiene la persona misma…

De ahí que, la llamemos como la llamemos, la libertad no se presenta como algo simple ni sencillo.

Cuantos más elementos incorporemos de lo que es una persona, más compleja se torna la libertad.

“Poder elegir” es algo fundamental en esta manera de mirar la libertad. Si no tengo esa posibilidad, DECLARARÉ QUE NO TENGO LIBERTAD…

Y, sin embargo, HAY OTRA LIBERTAD.

Recuerdo que, dando un curso a directivos de banca, surgió un hecho real en el grupo que mostró prácticamente ese otro modo.

Una de las personas (una madre) señaló que –cuando su hijo pequeño lloraba – NO TENÍA OPCIÓN, había de ir inevitablemente a ver qué le pasaba.

Pero además decía “que ella quería ir”, que no se planteaba si luego tendría mucho sueño a la hora de levantarse, o si se pondría tapones en los oídos para que no le despertara el llanto del niño.

NO TENÍA OPCIÓN, PERO “QUERÍA”.

Tal vez otra madre habría ido a comprobar la situación del niño “renegando”, no queriendo en realidad ir pero “sintiéndose obligada” a hacerlo.

Esta actitud, sin duda, repercutiría en “el cómo” de su acción. Querría que le consumiera el menor tiempo posible, su “capacidad de diagnóstico” de lo que le sucediera al niño sería probablemente apresurada y podría omitir factores reales que aquejaran a su hijo…

Estaría ella, en este caso, realizando una acción de “libertad de opción”, con el condicionamiento interno de “la obligación”.

SIN EMBARGO, la madre del curso no recurría ni a la opción ni a la obligación. ELIMINABA AMBAS.

Y, ciertamente, no se podía decir que su acto NO FUERA LIBRE. Por el contrario podría decirse QUE ERA MÁS LIBRE.

Y ésta es LA OTRA LIBERTAD que quería añadir a la primera, llamémosla “clásica”.

Esto significa que  AUNQUE NO TENGAS OPCIONES PUEDES SER LIBRE.

Y no sucede tal libertad al albur. Requiere que la persona ponga en acción varias capacidades:

Ha de “darse cuenta”, o “ver”, el hecho que sucede.

Ha de “querer” responder plenamente a tal hecho.

Y de ello surgirá UNA ACCIÓN INMEDIATA que realice los dos pasos mentales precedentes.

Bien mirado, no se dan varios pasos, sino UNO DE UNA PIEZA: “ VER-QUERER-HACER”.

Porque no hay ninguna “fisura” entre los tres, son UNO en realidad.

VER ES QUERER para esa persona.

E instantáneamente ambos son HACER, no hay ni espacio ni duda ni tiempo respecto a lo anterior en el relato, que no anterior en su mente.

LA OTRA LIBERTAD…

 

Podemos enlazar ahora con las primeras palabras de estas páginas: “¡Haz lo que quieras!”.

Cuando amas a la persona que se lo dices, sabes o confías que ella VE Y QUIERE.

Y puedes quedarte plenamente tranquilo de su decisión, sea la que fuere, porque será libre en alto grado.

Incluso podríamos llamar a esta forma de libertad

“querer iluminado”, puesto que goza de la capacidad del VER y no es el “querer” sino la secuencia natural y espontánea del ver.

No cabe duda, me parece, que, cuando ésta es la libertad de la otra persona, se puede tener plena confianza en ella. No es abandonarse a ningún peligro el asegurarle que –por ti- ella ¡puede hacer lo que quiera!…

ES RADICAL ESTA LIBERTAD.

Y como todo, absolutamente todo lo válido y lo positivo de la vida, PROCEDE DEL AMOR.

ES EL VER, EL QUERER Y EL HACER DEL AMOR…

 
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Publicado por en 29 agosto, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Nubes fractales.

Largo rato he estado contemplándolas mientras tomaba el sol en parte de mi cuerpo.

En lo alto del azul firmamento (tan solo alto para nosotr@s terrestres, bajo y diminuto para la inmensidad de las estrellas) pasaban ellas ante mi vista, muy lentamente por una parte, pero con movimiento perceptible y continuado avance.

Componían una formación porque todo el conjunto avanzaba como si fuera una sola pieza, aunque nada geométrico mostraba forma y abundantes vacíos se extendían a lo largo del conjunto.

Algo así como una punta de lanza, que ni remotamente se mostraba como tal pues serpeaba irregularmente, habría la formación tras largo espacio abierto del azul del cielo.

Luego volutas irregulares y extrañas, bloques más compactos, vacíos y llenos.

Al lado de uno de los bloques, un pequeño conjunto blanco de las nubes parecía estar volando junto a las otras. Pero estaba también unido por una leve línea, casi invisible, de vaporosa naturaleza.

La búsqueda de geometría por parte de mi cerebro, quedaba en completa frustración. Los que saben de la matemática del Caos y de los fractales

señalan precisamente que sus formas no se ajustan a la clásica geometría euclidiana.

Y  acallaba yo aquella búsqueda en su intento invasivo,  para contemplar limpiamente aquello que parecía tener una unidad, pero con formas que no rememoraban ninguna que contuviera mi memoria.

El avance constante y sin modificación alguna del conjunto era la nota a la que se aferraba el cerebro

para percibir la unidad…Pero seguramente que ni ella era significativa para el conjunto nuboso.

Es nuestro cerebro el que trata de colocar su orden en el mundo que nos rodea. Para convertirlo en aceptable, habitable  y grato para él. Constante intento de adaptar lo real a sus demandas, a su deseo de seguridad, a la posibilidad de previsión, al intento de domesticar el futuro imaginando que responderá siempre a sus necesidades, a su pervivencia en el entorno de su experiencia…Aunque al tiempo será el futuro para el cerebro humano el nido del temor…

El ser humano, el “animal humano”, desarrolló un neocórtex que le hizo posible el pensamiento.

Se sintió poderoso con él. Inició la construcción de instrumentos. Se diferenció a sí mismo de los restantes animales del planeta. Se fabricó sus propias cuevas. Las decoró con sus pinturas. Percibió que se podía comunicar sin emitir aullidos.

Llegó a captar la idea y el símbolo…Logró encontrar la palabra…

Se puso en pié el animal y apareció el hombre.

Dejó de ser camada y se convirtió en grupo y tribu.

El nuevo poder lo transformó todo.

Advirtió que el pensamiento era capaz de poner la realidad a su servicio.

“Conocido/desconocido” fue su nueva frontera.

Y se empezó a IMPONER a lo demás.

Y dejó de ser parte y se convirtió en el CENTRO.

Y su deseo creció. Pero ahora “como suyo”.

Ya no formaría parte de los movimientos del conjunto, ya no sería como una ola más en el mar.

NACIÓ EL EGO…

Primero estaba extendido al grupo, a la tribu. Lo que a uno le pasaba les sucedía a todos.

Pero se había iniciado un movimiento de disgregación, las diferencias comenzaron a existir y convertirse en importantes.

Este era más veloz, aquel más fuerte…

Y uno llegó a ser el jefe de la tribu…

Y ya hubo “lo mío y lo tuyo”…

También apareció quien se ocupara de “lo desconocido”. Fue el brujo o el chamán, el hombre “mágico”…

Los tótems y los dioses llegaron de su mano. Sus requisitos y exigencias, sus imposiciones y su temor.

Se estaba perfilando “el mundo humano”.

El hombre le había dado nombre a las cosas, a las personas y a sí mismo.

En medio de un mundo en el que EL CAOS es la pauta indeterminada, el cerebro humano trataba de imponer “su” orden desde “su” centro…

 

Seguía contemplando el conjunto estable de esas nubes que llamo “fractales” desde la ignorancia, observando tan sólo que la geometría no definía sus formas.

Puede que sea nube y fractal también la mujer para el hombre. Es desigual la arquitectura de su cuerpo, desiguales sus pechos.

La punta de un dedo o de la lengua son en ella de más significado que una masa compacta. Y rompe, desde luego, cualquier euclidiana geometría la sima misteriosa en donde desemboca el doble río de sus muslos.

Su corazón puede ser un “pozo cuántico” donde a la par estés vivo y estés muerto. Porque el amor, y su amor, no siguen la lógica común del cerebro masculino… Y, sin embargo, tienen un orden especial aunque tú no lo comprendas…

  

Y se quedaba mi mente callada y mi cerebro quieto.

Sin saber qué es lo que estaba sabiendo, si es que algo sabía.

“Aquello” estaba sucediendo aunque no me fuera posible “organizarlo”.

LA REALIDAD pasaba sin mí, sucedía sin mí.

Y me quedé callado, simplemente contemplando…

 
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Publicado por en 28 agosto, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

La torpeza de los celos.

Muchas cosas son los celos, amig@s, y las iremos buscando en estas páginas.

¡Pero antes que ninguna otra, son torpes, descaradamente faltos de inteligencia!

En persona un poco avisada, ya sólo esta característica debía bastar para ponerse a sí misma en cuestión y observar “la propia enfermedad”…

SON TORPES porque parten de suposiciones que no sólo pueden ser del todo falsas, sino que se pueden volver en contra de la persona celosa.

La primera de ellas es dar por hecho que la otra persona ESTÁ OBLIGADA A QUERERME.

Y hasta en tiempos más antiguos, más oscurantistas que los actuales, se pensó que EL QUERER ES LIBRE. Por todo aquello de que la cabeza no puede mandar en el corazón, de que el afecto llega por una especial mezcla de química y semejanza y armonía personal que no son previsibles, que suceden de pronto, que la vida los trae.

La torpeza de los celos IGNORA ESTO…

Otra torpeza más, igual o mayor, está en que el comportamiento de la persona celosa es malhumorado, brusco, impositivo y hasta violento.

¡La conducta más perniciosa para que la otra persona te quiera!

Fijáos, amig@s: El celos@ pretende TENER EL CARIÑO de la otra persona. Primero piensa QUE SE LO DEBE, segundo piensa QUE SE LO PUEDE ARRANCAR A LO BESTIA…

No es fácil ser MÁS TORPE… Y hasta por propia experiencia lo digo…

Un aspecto más de esta torpeza está en que mira a otras personas  COMO RIVALES.

Lo cual implica que la relación personal se está entendiendo COMO UNA COMPETICIÓN en la que se gana o se pierde a la otra persona, que es “el premio”.

Seguro que hay todavía personas que –en frío y en abstracto- les parezca positiva esa manera de pensar. LA RIVALIDAD está muy metida en la cultura, en todos sus ámbitos. ¿Por qué no también en la relación personal?.

De hecho la rivalidad por una mujer o por un hombre sucede con harta frecuencia. Y también pueden ser totalmente irracionales y arbitrarios los límites de ella, que –llegado el caso- pueden llegar hasta la muerte y/o la guerra. Aunque parece ser que esto sucede en especial “hasta que se l@ consigue”.

Una vez “lograd@”, las energías se relajan al menos en parte. Suele bastarles a las parejas más o menos “normales” mantener una cierta vigilancia para evitar que otras u otros aparezcan “por el corral”.

Sin embargo, cuando los celos cobran protagonismo, la vigilancia y el temor se acrecientan hasta límites insospechados.

¡LO PROPIO DE LOS CELOS!…

(Aunque, a fuer de sinceros, habríamos también de considerar que muchas llamadas “pasiones” tienen estas mismas características.)

 

Si a la persona celosa se le despierta algo de inteligencia, pronto se ha de dar cuenta de que sigue el peor camino para recabar el cariño de la otra.

LOS CELOS ESTÁN LLENOS DE EGOÍSMO Y DESPOTISMO.

¡LOS MAYORES OBSTÁCULOS DEL AFECTO, DEL CARIÑO Y DEL AMOR!

La persona celosa, realmente, no advierte que se está cavando su propia tumba.

¿Cómo le van a querer así?

Tendría que ser la otra persona UNA POBRE VÍCTIMA que se hundiera en el ignominioso pozo de la culpabilidad, de la falta de autoestima, de desprecio hacia sí misma.

Cualquier persona mínimamente sana, en vez de acercarse a la celosa, HUIRÍA DE ELLA.

Porque con mínima lucidez percibirá que “la otra” tiene unas emociones “esclavistas”, de querer tenerla a su disposición e interés emocional, de ser “propiedad suya”  y que no pueda “sacar los pies del plato”.

El grado de intensidad de los celos, obviamente, tiene mucho que ver con esto, porque el/la celos@

puede someter a esa persona que dice amar A LA AXIFIXIA PSÍQUICA (y aun física) TOTAL.

Emociones son todas ellas tales que NADA TIENEN QUE VER CON EL AMOR.

Y condenarse a sí mism@ a vivir con alguien que, sin duda, no l@ ama, que dispone a su capricho de ella (sea el capricho de los celos o sea cualquier otro, puesto que de un egoísmo se puede pasar a todos los demás) …¡es elegir una condena de desgracia y sufrimiento!…

LA TORPEZA DE LOS CELOS ES DE ANTOLOGÍA.

Anula la inteligencia.

Anula la sensibilidad.

Anula el tacto.

Anula ¡la autoprotección!

Anula el respeto.

Anula “la consideración” .

¡Hasta anula la educación!…Porque puede producir insultos y las peores palabras de cualquier repertorio.…

 

Han llegado a considerarse los celos (y sus razones hay) una auténtica enfermedad psíquica por cómo son capaces de anular tantas capacidades humanas.

Son un caso de “ceguera”.

La razón queda desconectada por completo, no es fácil encontrar comportamiento más irracional.

¡Y el corazón también! Porque pierde él su dimensión de “sentir al otro” por aferrarse tan sólo a “sentirse a sí mism@”.

Y cuando razón y corazón se desechan…¿qué se puede esperar?…

 

Sólo hay un camino para los celosos:

CUESTIONARSE A SÍ MISM@S.

DARSE CUENTA DE SU EGOISTA CEGUERA.

DUDAR DE SUS PRESUPUESTOS, DUDAR DE SÍ…

Y viene a suceder con ellos lo que sucede con todos los casos de “ceguera psíquica”. ¡QUE PARA QUE ENTRE LA LUZ, CASI HACE FALTA UN MILAGRO!

Porque se trata (¡una vez más!) de un JUEGO PSICOLÓGICO, en el que la persona se metió porque su estructura emocional es enfermiza o está declaradamente enferma.

ES UN JUEGO DE PERSECUCIÓN, donde la persona celosa trata a la otra COMO VÍCTIMA, bajo su poder y dominio.

SI REALMENTE HUBIERA AMOR EN ELLA, lo primero que haría es DARSE CUENTA de que NO ESTÁ AMANDO, SINO DOMINANDO.

De nuevo actúan “las creencias” psíquicas.

Piensa ella que los celos son signo de amor, cuando lo son de desamor y desprecio.

Piensa ella que los celos muestran cuánto está unid@ a la otra persona, cuánto la necesita, cuánto la quiere…Cuando lo que realmente está haciendo es poner al servicio de sus intereses emocionales a la otra persona, que está unid@ a ella como a su juguete preferido, que la necesita para “jugar” con ella (en el peor sentido del término), que la quiere servil, dominada y esclava…

¡Y SI SE LO DICES, TE TOMARÁ POR ENEMIGO, OBVIAMENTE!

Porque estás poniendo en peligro SU JUEGO PSICOLÓGICO.

¡QUÉ TRISTE SON, AMIG@S MÍ@S, ESTAS CEGUERAS DE LA MENTE!

Que hacen confundir lo más alto y sublime con lo más abyecto, lo más libre y respetable con lo más dominado y esclavizado, lo que más hace desaparecer el ego con su más feroz manifestación…

Y, si queréis, por completar el panorama, recordad que el/la celos@  CULPA A OTR@ DE SUS CELOS. No se para nunca a pensar que LOS CELOS SON SU PROPIO PROBLEMA. ¡No, tienen la culpa “los otros”, los que considera CAUSANTES DE SUS CELOS!

Y por tal motivo les coge “manía”, rencor y hasta odio, los deforma y convierte en “enemigos”, con todas sus consecuencias.

Ved la última paradoja:

EL AMOR EXTINGUE EL EGO.

LOS CELOS GLORIFICAN EL EGO…

No pueden existir formas psíquicas más opuestas.

¡QUÉ DOLOR, AMIG@S MÍ@S, QUE SEAMOS CAPACES LAS PERSONAS DE LLEGAR A CONVERTIR LA LUZ EN OSCURIDAD!…    

 
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Publicado por en 27 agosto, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Un pájaro entró por la ventana…

¡y me dio un vuelco el corazón!

Porque están en la terraza dos de mis perras, cazadoras ambas. Y podrían las dos, muy velozmente, lanzarse a por el débil pajarillo…

La memoria actuó inmediatamente dentro de mí.

No vi el ahora, sino el ayer.

Momentos tristes, dolorosos, en los que Bimba, la poderosa, especialmente, siguiendo su impulso cazador se arrojaba por lo que ella percibía como presa…Para entregarla luego a nosotros, que sólo es presa suya subsidiaria, pues milenario condicionamiento la preparaba para ser auxiliar del hombre en los avatares de la caza…

¡Era preciso ser más veloz que ella!

Por eso vino en mi ayuda la memoria, alertando de un ramalazo de temor y adrenalina mis músculos prestos a correr…

¡Mas fue feliz el instante de este ahora!

Salió volando el pajarillo en el mismo vuelo, poniéndose en la seguridad del aire que le ama.

“Ni Salomón en toda su gloria se vistió como una de estas aves”, dijo el Maestro Jesús.

¿Qué VERÍA el Maestro Jesús para decir tal frase, cómo vería a las aves para expresarse así?…

El pájaro ligero voló preciso a la ventana, mostrando la alegría de sus alas, envuelto en sus plumas delicadas y bellas, que es bello siempre cualquier pájaro, sea un sencillo gorrión o ave vistosa y de especial lujo cubierta…

¡Ni uno sólo de estos pájaros perece sin que lo permita “vuestro Padre Celestial”!

Si perece, el Padre lo sabía y lo quería.

Cruzaba esa barrera que tan grave nos parece entre la vida manifestada y la vida que se esconde.

¡SÍ, LA VIDA ES IMPORTANTE!

Pero qué poco sabemos de cuándo está cumplida.

De cuándo y por qué se ha de terminar en la experiencia.

LA VIDA ES LA VIDA Y ES LA MUERTE.

Son fases de ella misma.

Nacer puede ser morir y morir nacer de nuevo.

Tan sólo consideramos lo que sucede en el tiempo en nuestro entorno. El tiempo que es engaño. El entorno diminuto al que alcanzan los sentidos exteriores.

Solamente si la mente se abre más allá de ambos puede llegar a saber algo del misterio de la vida.

Y que no sea por “creencia”, amig@s, porque ello solamente es repetir lo que dijeron otros.

Que solamente sea PORQUE TU MENTE SABE.

Porque te hayas asomado en tu consciencia más allá de los tiempos, más hondo y lejos de lo que tus sentidos captan tan escasamente.

EXISTE ALGO QUE, POR CIMA DE TODO LO QUE PARECE QUE SUCEDE, ESTÁ CUIDANDO.

También nosotr@s hemos de cuidar, seguir con la tarea que AQUELLO constantemente tiene.

Las aves y los niños y los ancianos desvalidos…

Cuantos aquellos hermanos nuestr@s lo precisen y nosotr@s podamos asistirles.

¡Qué bella es la tarea de seguir las acciones de aquel Padre!

El cuidado exquisito y amoroso que se extiende a todo, que nada deja de lado.

EL TODO CUIDA A TODO.

Por ello han de caerse las barreras que “nos hacen creer” que estamos separados.

Ese pensar endémico que usamos para intentar dilucidar lo que existe dentro de nosotr@s y lo que, en verdad, ES LA REALIDAD.

Dejar toda creencia, que también lo es nuestro habitual sentido de la realidad.

Somos nosotr@s mism@s quienes, sin darnos cuenta, lo estamos fabricando.

Por ello “vemos fuera” todo aquello de lo que formamos parte. Nos sentimos “separados”.

Pero si llega LA LUZ DE LA CONSCIENCIA llegaremos a ver ¡que eso es falso!

Y podremos conocer –por nosotr@s mism@s, sin “creencias”-  que también somos el pájaro y el perro y el humano y la luz y el horizonte…

Y puede suceder también, amig@s mí@s, que un día algo nos invada y lleguemos a ver QUE TAN SÓLO EL AMOR EXISTE…

 
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Publicado por en 24 agosto, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Circuitos «potajeros».

Una especial amiga los denomina así, “potajes”.

Y realmente es que lo son.

Meten en ellos las personas un montón de condimentos, cosas revueltas…

¡Y todas ellas viejas y repetidas hasta la saciedad!

Por ello añado la palabra “circuitos”. Lo son también. Se activan en un momento dado y ¡ala, a funcionar!.

Todo el mundo puede verlos, menos los implicados.

Todo el mundo se da cuenta de que son repetitivos, voraces consumidores inútiles de tiempo, dolorosos, cansinos y absurdos.

Menos los implicados.

Los de fuera los contemplan como un espectáculo que ya no tiene ningún atractivo.

Al principio podía ser entretenido verlos. Pero ya no entretienen a nadie…

Sin embargo, es admirable cómo los protagonistas vuelven a entrar y entrar en ellos sin cansarse.

¿De dónde sacan la energía para ello?…¡Porque gastan enormidades!

Claro, después suelen quedarse agotados. Tienen que restablecerse…

Con lo cual el derroche de tiempo es doble: el del “potaje” más la recuperación…

Es obvio que no tratan seriamente de resolver un problema. Si fuera eso, ¡ya lo habrían resuelto hace tiempo o lo habrían considerado definitivamente insoluble!…Lo cual es otro modo de resolverlo.

Cuando un problema no tiene solución, deja de ser problema y se convierte en CONDICIÓN QUE ASUMIR.

Una “condición” implicada en la propia vida tiene solución: no hay más remedio que aceptarla.

El cojo, el tuerto…han de partir del hecho de que lo son. Es para ellos “condición de vida”, no es NI PROBLEMA NI CONFLICTO.

SON ASÍ…

La sensatez lisa y llana demanda la aceptación, so pena de quererse fustigar con lo imposible.

¡Que también hay quien lo cultiva, no creáis!

En nuestro zoo humano existen todas las posibles formas, los “animales” más inimaginables.

Por eso es tan risible la vieja definición filosófica de que somos “animales racionales”…

¿RACIONALES?…¡NO ME TOME VD. EL PELO!

Son mucho más racionales los animales…

Recuerde Vd. a Rodríguez de la Fuente, sus experiencias con los lobos…Luchan a muerte los aspirantes a macho alfa, y cuando uno ve que no puede ganar, le presenta al otro el cuello para que dé la mordida letal…¡Y el otro no lo hace, y le toma con todos los demás como su protegido!…

¡Toma ya racionalidad!…

¿Dónde se ha visto una batalla eterna entre animales que no lleve a alguna conclusión?

El halcón y el águila (admirados y queridos por verlos en mi espacio aéreo) buscan su presa, ciertamente, y aciertan o fracasan.

¡Pero el final es claro!…Ellos pretenden cazar la presa y la presa quiere huir. UNO DE LOS DOS LO CONSIGUE. Y SE DA FIN…

¡Pero esos “potajes” en los que nunca se gana y los dos siempre pierden…!

Solamente es cosa de “los racionales” humanos…

¡En serio, que me da la risa tonta de pensar que nos llamamos “racionales”!…

 

Puestos a buscarle explicaciones al “fenómeno potaje”, me parece que hay que meterse en el cerebro de los potajeros. Y descubrir allí el “circuito”.

El cerebro humano es muy listo. Pero no se entera de circuitos suyos que se repiten…Como cualquier ordenador.

Él es un formidable ordenador biológico. Pero como ordenador, cuando “entra en bucle”, no sabe salir de él.

Tienes que apagarlo o darle un “reset”. O soluciones que sepan los expertos…

Lo cual, en nuestro caso, supone que HAY QUE SALTAR.

¡Ha de venir un chispazo de la mente que permita llegar a un DARSE CUENTA!

El darse cuenta, amig@s mí@s, no es cosa del cerebro, del ordenador biológico. ¡ES COSA DE LA MENTE!.

Y mucho me temo que, estadísticamente, es muy infrecuente tal LUZ cuando el cerebro está enganchado en el bucle de un circuito.

Si tratas de intervenir, lo frecuente es que ni te hagan caso…Y a veces…¡te meten también en el “potaje”!…

Sin embargo, es frecuente que les pase a “potajeros” que –si tienen público- lo ignoren con pose altamente olímpica.

Aunque también es posible que, si perciben reacciones en él, les hagan caer en la cuenta que su presencia en el potaje no tiene función alguna, que no han de hacer gesto ninguno ni suspiro, sino de ser sencillamente convidados de piedra para no alterar de ningún modo el presunto equilibrio del potaje.

Habrán de recordar a Heisenberg en aquello de que el observador altera lo observado, ya que los potajeros olímpicos rechazan cualquier intervención en su sistema.

¡Ellos son protagonistas y solamente les interesa llevar adelante su guión!

Si Eric Berne los escuchara, seguro que tendría mucho  que decir de “juegos psicológicos” y de “guiones de vida”.

Advierto, sin embargo, que en momentos tales NADIE TIENE SUFICIENTE PESO NI AUTORIDAD como para intervenir con expectativas de éxito.

¡EL POTAJE MANDA!…lo demás son fruslerías…

Tengo mis dudas de que te oyeran si gritaras “¡que se quema la casa!”…Aun tal aviso tardaría en abrirse paso a su cerebro empeñado en el circuito…

 

Cierto es que tales peripecias y aventuras recurrentes PODRÍAN TENER SOLUCIÓN.

La cuestión difícil está en que ellos habrían de SALTAR A LA CONSCIENCIA.

Y no de cualquier manera, sino bastante a fondo.

Porque es obvio que tales aventuras no pueden tener una raíz superficial. Se adentran, sin duda, en el subconsciente y allí es donde está la solución

porque allí es donde se encuentran los motivos.

Los motivos “conscientes” que ellos manejan, por más que les parezcan a ellos que son los auténticos y reales, NO LO SON.

Esta afirmación les sería rechazable, ciertamente, puesto que por esa “coartada” mantienen el potaje. Se alimenta él de “motivos importantes” pues, de lo contrario, no podría subsistir ni tantas veces, ni tanto tiempo ni tan insoluble como siempre se manifiesta.

Pero “salir del bucle” implicaría cuestionar esos motivos importantes para poder dar ese salto al DARSE CUENTA y conseguir una luz que atravesara la barrera subconsciente y pudiera mostrar “los motivos reales” del repetitivo potaje.

Si algo tiene difícil EL VER, es justo eso: Desestimar el motivo consciente y penetrar en los ocultos.

Requiere ello un grado de serenidad y quietud en la mente para que la observación pueda atravesar la hojarasca que está revoloteando en la superficie.

Y por eso mismo es tan difícil salir de esos bucles.

Y el problema es que “después”, a potaje pasado,

EL DARSE CUENTA es mucho más complicado porque él se produce en EL AHORA. Lo que se suele hacer entonces es “pensar”, “reflexionar”…¡lo cual no es eficaz porque no produce LA LUZ INSTANTÁNEA en la mente!.

Si esa LUZ no llega a iluminar la mente y el subconsciente, no se producirá un cambio interior.

Y por más que “después” las personas “se hagan propósitos”, influirán un tiempo en su conducta externa, pero “no sanarán” el circuito potajero.

¿Y qué hacer –quizá me digáis- para ayudar en tales situaciones?

Siendo sincero he de deciros que no lo sé. Porque ya reseñé lo que sucede en las intervenciones.

La verdadera ayuda consiste en que LA MENTE LLEGUE AL ESTADO DE CONSCIENCIA PROFUNDA,

y eso no lo puede hacer nadie por otro.

Tal vez puedan seres con alto grado de iluminación interior, pero los que somos “corrientes”…¡no podemos!.

Y puede que solo nos quede AMAR y lanzar nuestro cordial deseo al Universo para que venga UNA EFUSIÓN DE LA CONSCIENCIA…

 

 

 
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Publicado por en 23 agosto, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Los malentendidos.

¿A quién no le pasan, amig@s?

Como dice la frase coloquial, sucede “hasta en las mejores familias”…

Nos pasa simplemente porque no somos (por ahora al menos)  “telépatas”. No tenemos ni mente ni corazón ajenos TRANSPARENTES EN EL INSTANTE.

Lo desean intensamente quienes se aman. Pero hasta ellos a veces tropiezan en esa piedra del camino humano.

“No sabía…no pensé…no se me ocurrió…no era esa mi intención ni mi deseo…no fue así como yo lo viví…”

Y la piedra apareció ahí. Sorprendente, inopinadamente…

Porque resulta que en el camino humano existen piedras…Tropezamos y damos un traspiés…¡Y NO SOMOS TELÉPATAS!

Si lo fuéramos, venturosamente la otra persona viviría los hechos como tú…Sin malos entendidos…

Hacen daño ellos. En realidad, ni siquiera son ellos, somos nosotr@s…

En realidad ni siquiera necesitaríamos ser telépatas. Nos bastaría con no llevar encima “esa mochila” del subconsciente humano. Esa masa de telarañas que nos enredan y nos enturbian.

Porque son ellas las que producen, las que engañan, las que crean esas consecuencias a veces tan terribles de los malos entendidos.

Porque son terribles…La desconfianza…

Entre personas que se aman, puede ser la más terrible de las consecuencias.

Desconfiar es distanciar, poner en duda, romper la unión…

Desconfiar es deshacer el amor… ¿Qué puede haber peor?

Si él no es fuerte, puede llegar a terminarse.

SÓLO CUANDO ES GRANDE DE VERDAD, PASA POR ENCIMA DE TODO…

Porque algo que hace siempre el amor es poner en entredicho “el pensamiento”, esa “mochila” humana que llevamos todos a la espalda.

Y llega a resultar ¡QUE NOS VOLVEMOS TELÉPATAS!

Porque el amor nos transparenta los unos a los otros. El amor nos dice la verdad de quien amamos.

Podemos entonces saltar por encima de las piedras del camino. ¡Levitar!…

Puede ser que, en ocasiones, el trazado de los hechos exteriores se presente convincente incluso.

¡Pero tan sólo convincente para el pensar!

A veces parece suceder que se confabulan las circunstancias para dar apariencias de verdad al malentendido.

¡Pero son solamente ocasiones para que sea el amor el que brille y el que triunfe! ¡Para que él avance más, para que él crezca!.

Si queréis saber una característica del amor que solamente él tiene, ¡ES QUE CRECE CONSTANTEMENTE!.  Pase lo que pase…

Sucede cuando el fuego prendió en dos almas, cuando ambas se rasgaron.

Sucede cuando tú mueres por ella y ella muere por ti.

Sucede aunque el sol pueda engañar o el mar pueda mentir.

Sucede “porque nosotros somos verdad”…

No tienen cabeza los que aman, ni tienen subconsciente. Se salen de la humanidad.

Un momento pueden tropezar en aquella piedra… ¡pero saltan!

Un momento puede ser noche…¡pero sale el sol de media noche!

Y todo vuelve, no al punto en el que estaban, sino mucho más allá.

Sin darse ni siquiera cuenta ya no son los mismos.

Corre más el sagrado fuego por sus venas, brillan más sus ojos, su entorno se ha teñido de color iridescente.

Sin darse cuenta, no lo necesitan.

Estallan las estrellas para que ellos vean el reflejo.

Todo está vencido. No existe lo enemigo.

Con las azucenas quedaron sus cuidados…

Y nadie supo más, era imposible que mirada humana los siguiese…

 

 

 

 

 
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Publicado por en 22 agosto, 2012 en Sin categoría

 

Dialogando con la urraca…

Así ha sido, no os extrañéis.

Los animales saben de comunicación. Me parece que solemos ser más bien nosotr@s quienes no lo intentamos.

Con las que llamamos nuestras “mascotas” (palabra que no me es grata porque parece que implica una definición que les reduce de entidad y valor) sí acostumbramos a hacerlo.

Pero yo, francamente, nunca lo había intentado con la urraca. Y es más, en un poema la adjetivé “sinvergüenza”, por esa capacidad que tiene de valentía y decisión como para acercarse a comer la comida de los perros…

Pero el otro día aconteció.

Estaba yo en una habitación colindante con la madre encina. Y ella graznó oculta entre sus ramas.

Me dio por responderla, tratando de imitar sus tonos porque la parte más ronca del graznido no me salía.

¡Y me respondió!

La respondí a ella entonces…Y luego ella a mí…

¡Y nos estuvimos un buen rato conversando!

Nunca lo había imaginado.

Ella usaba a ratos entonaciones más dulces y suaves que los graznidos a los que estaba yo acostumbrado.

Me admiraba que me siguiera, porque mis sonidos eran bastante torpes.

¡Y nos transmitimos alegría y cercanía!…No dudé de esto…

Me descubrió ella un campo nuevo de amistad, insospechado…¡amistad con la urraca!

El hecho es que, juntos, pasamos un buen rato. Y bien parece que nos entendimos.

Porque no hay que olvidar que dependemos en exceso de las palabras, me parece un vicio muy occidental puesto que –mucho más que en otras culturas- nos hemos prohibido demasiado el contacto físico y la mirada directa y mantenida, la sonrisa duradera y espontánea.

Dejamos el sonido para la música, como actividad de “profesionales”…Y el tacto…¡cuidado, con mucho “tacto”, no vaya a ser que la otra persona se sienta invadida!…

¡Cuántas cosas humanas, gratas y positivas, hemos ido relegando!

No sé si han sido “los mitos” del trabajo (que tanto nos influyen) en donde se considera que “ha de reinar la seriedad” y evitar relaciones personales, intimidades y afectos…

“¡Todo eso para la vida privada!”, se nos dice.

Y aceptando tales mitos y sus pautas, nos hemos dividido en Reinos de Taifas en nuestro propio ser.

Privando de tal modo a “los trabajos” del enorme valor y energía de las emociones, y quitando “seriedad” a los contactos interpersonales que –por ser meramente “privados”- no parecen tan importantes como “trabajar”.

Y ahí, por debajo del consciente, se teje una cadena de enlaces mentales en los que se glorifica el trabajo (habitualmente por cuenta ajena, con su plusvalía y su explotación) y se dejan las emociones y sentimientos para una región “sin relevancia social”…

Nos comunicamos la urraca y yo sin mediar las palabras. Nos transmitimos emociones. ¡Y esa es buena comunicación!

Mucho destacamos en la comunicación la “transmisión de mensajes”, que habitualmente entendemos como “información” o como “instrucciones”…O sea, contenidos del pensamiento.

Otra vez sucede que “la sombra” del trabajo se proyecta ahí. Porque, en efecto, en él tales transmisiones son necesarias.

Sin embargo, en las relaciones personales ¡son más importantes emociones y sentimientos que “ideas”!

Hace tiempo escribí un artículo en este blog que se llamaba “¿Es más serio pensar que sentir?”. Porque parece que sigue existiendo la inercia de la historia en privilegiar el pensamiento sobre todas las demás capacidades humanas.

Mucho se ha extendido (al menos en determinados ambientes) “la moda” de la Inteligencia Emocional propagada por Daniel Golemann y luego por otros autores. Y positivo ha sido, aunque no coincida yo con todas sus tesis.

Lo llamo “moda” porque, desgraciadamente, la importancia de tal asunto puede ser –como suele pasar- disminuida por vientos sociales PROVISIONALES. No es usual que los asuntos de verdad importantes, y hasta esenciales, se mantengan en la atmósfera colectiva de la sociedad de consumo, sino que van variando en función del beneficio económico.

Y, sin embargo, (¡y esto me parece destacable!) ES LA PRIMERA VEZ EN NUESTRA HISTORIA EN QUE LAS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS HAN SIDO AVALADOS POR LA CIENCIA.

¡No deberían convertirse en “moda”!

Aunque, la verdad, mi frase es sin duda “ingenua”…Y hasta contiene falsedad, porque eso de “no deberían…” es término reminiscente de la vieja y ya sobrepasada moral…

Pero entiendo, amig@s, que existen hoy en día energías que recorren la Mente Común de la humanidad y que cultivan lo positivo y saludable, tanto para la psique como para el cuerpo.

COMUNICAR LAS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS, ENTRE TODOS LOS SERES QUE LOS TIENEN, ES INDUDABLEMENTE VALIOSO…

Os aseguro, por mi parte, que la próxima vez que tenga la oportunidad, volveré a intentar comunicarme con la urraca…  

 

 
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Publicado por en 21 agosto, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

En diálogo de amig@s

“¡Hola, amig@, cómo estás?”

Quiero comenzar contigo un diálogo tranquilo y relajado.

Un encuentro de amig@s.

Preguntarte por tu vida y, sobre todo, por ti mism@.

En esa confianza íntima de amig@s que se lo pueden preguntar todo…

“¿Qué tal tu mujer…o tu marido?”

“¿Os queréis de verdad?…¿Sois felices?…”

Y escuchar tu respuesta, sincera por completo, porque en la verdadera amistad puedes aprovechar para descargar cosas que ni siquiera te atreves a dialogar contigo mism@…

“Pues…tenemos problemas…Ya no es como al principio…El sexo mismo a veces cuesta meterse en él…luego bien, claro; llegas al orgasmo…Pero no es lo mismo que antes fue…”

“Sí, a much@s les sucede igual…La relación se va llenando de vacíos…de desilusiones…de expectativas que han ido fallando…”

“Mira, es que ella/él…o ha cambiado mucho o le están saliendo cosas que antes estaban ocultas…o yo simplemente no las veía…

Tiene unos defectos que ya me molestan…¡Y no hay quien se los quite!…Y me llega a parecer que está más a gusto con sus amig@s o con sus aficiones que conmigo…Hablamos poco…y casi te diría que mal, enseguida salen discrepancias…”

-“¿Se os terminó el amor…o el enamoramiento…?”

“Sí, eso debe ser…”

-“Pues mira, amig@, difícil remedio tiene…”

“¿Qué te crees? Eso mismo digo yo… Por otra parte, bueno, nos queremos…Son muchos años juntos…”

-“Pero vuestra vida, vuestra relación, se va haciendo más “gris”, ¿verdad?”.

“Si, en efecto…¡Aquella chispa, aquel brillo…ya no están!…Será ley de vida…no se puede conservar aquello tan deslumbrante…”

-“Bueno, que no se puede es más bien un decir…A estas alturas ya no…

Aquello lo habéis perdido y ya no lo podéis recuperar. Volver atrás es solamente añoranza y es del todo irreal…”

“No te creas…A veces, en algunas ocasiones…Alguna fiesta de aniversario en la que todo fluyó muy bien…parecía que lo habíamos recuperado”…

-“Un rescoldo de la hoguera que ya se extinguía…Pero el fuego ya no volvió a arder, ¿no es cierto?”

“La verdad es que no…Enseguida salieron las discusiones…¡sus malditos defectos!…”

-“Intentar volver al pasado, amig@ mí@, es tarea inútil. El pasado pasó y jamás retorna”.

“Entonces, para tu modo de ver, esto es irremediable…”

-“No digo eso.”

“Pero si no se puede recuperar aquello ¿qué es lo que se puede hacer?”.

-“Dar pasos nuevos.”

“¿Qué pasos vamos a dar, si ya lo intentamos prácticamente todo y no sale nada nuevo”.

-“Ante todo tenéis que hablar, contaros mutuamente la realidad de vuestra vivencia, con sinceridad y sin ofensa”.

“Eso nos puede enzarzar en reproches”.

-“Si no lo hacéis bien, puede suceder. Tenéis que abordarlo de manera muy adulta, saliendo de toda discusión. Planteando primero un objetivo muy claro, muy bien dicho por quien lo haga. Con cariño y que sea compartido…

Mira, una forma muy importante que emplear es no juzgar a la pareja y mostrar solamente los propios sentimientos, lo que a un@ le pasa, sin achacárselo al otr@ de ningún modo…Que esto se note, repitiendo si es preciso aquello de “mira, no digo que tú tengas ninguna culpa en esto…sólo te muestro lo que a mí me pasa…¡que hasta es posible que me lo esté haciendo yo sol@!…

Además, amig@ mí@, esto no es una frase retórica. La realidad es que nosotros mism@s somos los autores de nuestras emociones y sentimientos y habitualmente se los solemos adjudicar a los demás…Es un error que hasta ha contaminado el lenguaje mismo. Mira cuando decimos “Fulano me pone de los nervios”, por ejemplo; ¡y sólo tú mism@ te pones de los nervios!

“Fulano” no tiene un mando cerebral a distancia para activar ningún centro cerebral tuyo…”

“La verdad es que lo que dices no suele pensarse…

Como poco, si no lo “hacen” los otros, pensamos que nos influyen”…

-“Y te sigo diciendo que “Fulano” no tiene mandos a distancia…Decir que “te influye” es seguir pensando que los tiene y no darte cuenta de la autonomía de tu cerebro, al que no han puesto ningún implante, como hacía el difunto JM Rodríguez Delgado con sus monos, que SÍ INFLUÍA en el proceso cerebral mediante descargas eléctricas…”

“Es difícil…pero sí, me parece que es verdad lo que dices…¡Y andamos equivocados en eso casi todo el mundo!…”

-“Me temo que sí…Pero volvamos al punto en el que estábamos…Te decía que mostrando tus sentimientos COMO TUYOS, sin implicar para nada a tu pareja, le podrás describir tu situación. Y contándole el procedimiento, también te los puede relatar sin que ninguno de los dos sienta reproche ni conflicto.

De este modo podréis iluminar el camino que habéis recorrido hasta llegar a vuestra actual situación, dando por perdido lo que está perdido y observando sinceramente si hay aún en vosotros un deseo importante (por los motivos que fuere) de seguir haciendo la vida juntos”…

“Pues…me parece que sí… Hay veces, desde luego, cuando nos enzarzamos, en las que me digo a mí mism@ ´nosotros no terminamos juntos´…Pero por otra parte…puede que sea una mezcla de motivos: evitar los problemas con los hijos, la familia y los amigos, la economía…pero también que l@ aprecio…en el fondo incluso l@ quiero…”

-“Pues si tenéis motivos suficientes, podéis buscar la manera.

Fíjate bien, amig@ mí@, que NO VA A SER VOLVER ATRÁS.

La manera de encontraros es CREAR UNA NUEVA RELACIÓN.

Tenéis que descubriros AHORA, en cómo sois ahora, no en cómo fuisteis.

Hallar AHORA el atractivo del otr@. Y empezar paso a paso a realizar UN NUEVO ENCUENTRO…”

“Pero eso es muy difícil…”

-“Por supuesto. ¿Por qué había de ser fácil?…La cuestión está no en la facilidad, sino EN LA IMPORTANCIA que tenga para vosotros vuestra pareja…”

“No sé, la verdad…”

-“Ten en cuenta que podéis tener varios motivos para intentarlo. Crear una pareja aceptable, que se lleve bien realmente y sin conflictos…¡Fíjate lo que ganaríais desapareciendo los conflictos!…”

“La verdad es que sin conflictos nos podríamos llevar bastante bien…”

-“Bueno, eso sería un progreso ¿no es así?”

“Sí, ciertamente”…

-“Bueno, amigo, por ahí tienes un camino…BUSCAR UNA NUEVA RELACIÓN ENTRE VOSOTROS.

Conoceros mejor, a vosotros mismos y al otr@…

Y AVANZAR EN VEZ DE QUEDAROS ANCLADOS.

Que la relación os estimule a vivir y a crecer…

Y ya sabes que cuando quieras puedes contar conmigo. Conversar serenamente viendo nuestras posibilidades ocultas para el mirar superficial, y que los cambios de la realidad exterior dependen de los descubrimientos que hacemos en nosotr@s mism@s…¡siempre es útil!”…

 

 

 
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Publicado por en 20 agosto, 2012 en Sin categoría