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Archivos Mensuales: diciembre 2012

La resistencia del ego.

Siento, amig@s, en mi propio interior que LA RESISTENCIA es una de las grandes claves del ego.

Noto cómo me “endurezco” en el corazón cuando lo que sucede en mi entorno (sea próximo o remoto) me contradice.

Es una experiencia en cierto modo “feroz”.

Adviertes cómo no quieres ser permeable ni sensible al acontecer. Adquieres multitud de barreras y defensas. Convocas “razones” para mantenerlas. Te consideras “acertado” a ti mismo y equivocados a los demás. Te subes al orgullo. Te consideras “más y mejor”…

¡Auténtica “diarrea” (con perdón) de tu propio ego!

Y esto me sucede –para más descrédito- con un cierto advertir (que no puede llamarse “darse cuenta”)

que lo que está sucediendo en mí, lo que estoy haciendo, NO ES.

Y, sin embargo, el endurecimiento me persiste, la resistencia se mantiene.

Tiene, por ello mismo, un cierto sufrimiento de “verse mal” a sí mismo. Pero que realmente lo ignoras, puesto que sigues adelante, no te paras, no te empapas de que “eso no es”.

Como diciendo en el fondo de ti que “si no es, que no lo sea; yo continúo”.

Con lo cual la cosa resulta “recalcitrante”. Y te pueden venir a la cabeza las viejas fórmulas, como aquello de Pablo de Tarso de “dar coces contra el aguijón”.

Y es que ese célebre “ego” nuestro tiene una capacidad de supervivencia admirable. Capaz de regenerar, como las lagartijas, partes enteras de sí mismo que imaginabas que ya habían desaparecido.

¡Y te encuentras repitiendo de nuevo viejos comportamientos y viejas sensaciones internas!

“¡Y yo que me pensaba que “esto lo había visto!”.

Y vuelve a aparecer. Y lo más probable –me parece- es que ni siquiera adviertas las variantes que se presentan ahora, porque, al meterte en el asunto , exactamente ya has abandonado el ahora

y estás del todo inmerso en la memoria y el pasado.

¡Qué difícil se nos hace a veces, y no pocas veces precisamente!

Mínimo consuelo me da el pensar que, no en vano, llevamos como humanidad milenios arrastrando ese “ego”, el inseparable de nuestros peores momentos y de muchísimos también de “los buenos”.

Que la memoria se dedique a guardar los conocimientos necesarios para trabajar y para los aspectos materiales del vivir, bueno es, qué duda cabe. ¡Pero que nos siga, acompañe y persiga a cualquiera de nuestras acciones internas o externas, eso no se lleva bien!

Y llegamos a estar hartos de tanto ego. Mejor dicho, de mirarlo, de advertirlo, de darnos cuenta de él, porque no sé si estar de verdad hartos del ego le asestaría un golpe –si no mortal- que al menos le dejara “noqueado”…

Es un hecho importante la resistencia, el “no me da la gana”, el “yo pienso y siento así y se acabó lo que se daba”, el “ya puedes decirme lo que se te antoje que no te voy a dar la razón”…

Equivale por completo a decir “mira, lo importante soy yo”.

Y se le añade frecuentemente otras dialécticas, como “eso piensas tú, pero yo no”…”¿Acaso tengo que subordinarme a pensar como tú?…¿Es que tú tienes la verdad y hay que adorar lo que digas?…¿Es que no somos libres de pensar y sentir por nosotros mismos?…”

Y se crea “un castillo”, duro, fuerte, resistente…

Construido con medias verdades, medias mentiras.

¡Qué fuerza saca uno de las medias verdades, olvidando que son medias mentiras!.

Y te puede venir a la mente, como una bofetada, aquella frase del maestro: “EL QUE CREE QUE SABE, NO SABE”.

Ya solamente el orgullo de creerlo es razón para dudarlo.

Y lo es también el poseerlo como “un conocimiento”, siendo así que La Verdad jamás se posee, jamás se almacena en la memoria, jamás está a la espalda sino frente a ti ahora mismo, frente a cómo eres y cómo actúas.

 

Y nos podemos decir a nosotros mismos que “ya está bien de eso de intentar ser espirituales”…”¡A la porra!”…

Aparece claro en tales momentos que “lo que somos” es justo eso que “espiritualmente rechazamos”.

Y como en tantas ocasiones (si es que no en todas) al ego no hay que enfrentarle de cara, poniéndose delante de sus cuernos, sino algo así como de perfil, al estilo de eso que llaman “la mirada lateral”, prestando serena atención a los hechos psíquicos, sin culpa ni inocencia que de las dos se aprovecha, percibiendo como en pacífica neutralidad lo que sucede dentro.

“Orillarle”, digo yo.

Un sencillo y limpio percibir lo que está ahí.

Sin que te plantees “lo que has de hacer”, porque ello conlleva en sí mismo “la dualidad”. O sea, la diferencia entre teoría y práctica, entre deber ser y ser, obligación y obediencia, sumisión y rebeldía…

¡Y todo ese follón que se arma cuando está de por medio el ego!…

Lo primero que uno ha de hacer –me parece- es darse cuenta de la resistencia que está poniendo.

Puesto que al hacerlo está exaltando su ego, sus ideas y sus creencias. Y se ha endurecido en ello.

Parece que la mente ha de estar “blanda”, como el corazón de carne que no de piedra.

Dispuesta a acoger y a abrazar, dispuesta a abandonar muros y corazas.

Siempre cuestionando, siempre poniendo en duda cuanto cae en la memoria, cuanto se convierta en “conocimiento”.

SIN SABER NADA.

En un estado de consciencia atenta y fluida, sin afincarse en nada, en perpetua apertura.

Porque en un castillo de sólidos muros y rejas en las ventanas no se puede entrar.

¿Cómo va a llegar La Verdad?

 

 
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Publicado por en 28 diciembre, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

No se puede hacer nada.

Recibo unas frases del maestro K. de un servicio online al que estoy suscrito.

Me dice lo que sabía pero que, realmente, no acabo de saber:

NO SE PUEDE HACER NADA PARA LLEGAR A “AQUELLO”.

Que él explicita diciendo “la verdad, Dios o el nombre que quiera darle”.

Solamente puede estar la mente quieta, sin intención de llegar siquiera.

No se puede llenar la mente de “buenos pensamientos”, ni de propósitos ni de ningún intento.

NO SE PUEDE LLEGAR.

Y nada hay más lógico desde el mismo pensamiento: ¿Cómo llegar lo finito a Lo Infinito?

¿Cómo llegar la parte infinitesimal al Todo? ¿Cómo llegar este mínimo ser conducido por un cerebro material, susceptible de todos los condicionamientos y grabaciones, atado por el pasado y sus heridas, cómo llegar hasta AQUELLO?

Sencillamente imposible.

Relata el maestro sucintamente los esfuerzos, meditaciones, disciplinas, austeridades…

Todo cuanto nos han dicho que hicieron “los santos”…Lo que no llegamos a hacer nosotros…

Y todo es inútil, no sirve, no nos conduce…

La “esperanza” se cae rota en pedazos.

Ni en una vida ni en mil vidas.

NADA.

Y podría surgir de inmediato el impulso del “abandono”.

Porque él ni siquiera cita que la consciencia pueda transformarnos de manera que nos lleve hasta AQUELLO.

Y ello a pesar de que dijo que “el conocimiento de sí mismo es el comienzo de la Sabiduría”.

Verdad es que dijo “comienzo”, y que tampoco dijo hasta dónde llevaba ella…

El impulso del “abandono”…¿Para qué intentarlo siquiera? .

¿Entonces haremos eso tan dicho de “a vivir que son dos días”?

¿Hagamos lo que nos dé la gana puesto que nada se puede lograr en este supremo terreno?

Lo que digan nuestros impulsos, lo que digan nuestros deseos.

La represión tampoco sirve. ¿Para qué intentarlo?

¡Rienda suelta y nada más!

Y que siga la vida humana como viene siendo desde hace milenios, quizás millones de años.

Con toda su crueldad y brutalidad, con todo su enorme egoísmo, con todas sus guerras y muertes, con todos sus crímenes e incomprensiones, con todos sus malos tratos, con todo su desamor…

¡PERO ESTO NO PUEDE SER!

¡NO PODEMOS PERMITIRNOS SEGUIR SIENDO DE TAL MANERA, NI CADA UNO NI TODOS!

Porque ¿qué expectativa nos queda si seguimos siendo así?

Tal parece que sólo INFELICIDAD Y DESTRUCCIÓN.

¡NO HACEN FALTA APOCALIPSIS! ¡NOS BASTAMOS NOSOTROS SOLOS PARA ACABAR CON EL MUNDO!

Sin que llueva fuego del cielo, sin que caiga un asteroide en la tierra…Con una buena guerra atómica nos basta y nos sobra.

O con la destrucción económica que ¿a dónde va a llevar a tantos millones de personas?…

Y si uno ha llegado a la pequeña consciencia de sí mismo que le muestre cómo es, aunque sea en pequeña parte, sabe ya QUE UNO NO ES BUENO,

que no hace la acción correcta multitud de veces…

¿NOS QUEDA ALGO?

El maestro, que no quiere halagar ni dar falsas esperanzas, dice QUE SE QUEDE LA MENTE QUIETA, SIN INTENCIÓN DE LLEGAR.

No nos dice que somos buenos, ni que somos grandes, que estamos destinados a algo maravilloso.

¡Nos rompe toda esperanza!

¡Arroja los halagos por los suelos!

¡Impopular mensaje!

¿Habrá alguien que quiera escucharlo, que no se revuelva contra él?

¡Si el halago y la esperanza parecen ser lo que mueve a todo el mundo!

¿Y nos lo quita?

¿Y va prácticamente en contra de todas las voces que se propagan y escuchan?…

LA MENTE QUIETA, SIN SIQUIERA LA INTENCIÓN DE QUE ESO LA CONDUZCA A “AQUELLO”…

¡Qué parecido (si es que simplemente no lo es) a DESAPARECER, a convertirse EN NADA!

Ya otras veces dijo que hemos de ser nada para que la Vida nos lleve en sus brazos, para poder fluir con Ella…

QUÉDATE QUIETO. NADA PUEDES HACER…

¡PERO PUEDES QUEDARTE QUIETO!…

Tampoco ello te va a conducir.

No has de tener siquiera la intención de que suceda.

¡TE TEJE UN VELO DE NADA, UN VELO DE TOTAL SILENCIO!

Mientras siguen y siguen miles y millones de palabras en el cerebro y la mente.

Casi recuerda al infierno del Dante: “Abandonad toda esperanza los que entráis aquí”…

 

¡PERO, AL FINAL, DICE EL MAESTRO QUE ES “AQUELLO” LO QUE VIENE!

¡Y PARECE ENCENDERSE UNA LUZ!

Nosotros no lo podemos lograr de ninguna manera, ninguna acción ni siquiera inacción nuestra nos conduce a AQUELLO.

Y ha de quedarse la mente en la total inseguridad

teniendo la noticia de que ¡AQUELLO VENDRÁ CUANDO QUIERA!

Y no podrá esa luz colocarse en el futuro, porque el futuro lo vamos haciendo desde el pasado y cada día. Es también nuestra acción.

¡LA INSOLUBLE PARADOJA DE LA NADA Y EL TODO!

El equilibrio en el filo de la navaja.

El equilibrio en el punto inexistente.

Algo que ahora, al escribir esto, me evoca “el Bigbang”. Desde un punto sin espacio y sin tiempo,

sin materia ni energía, sin NADA…¡ACONTECIÓ LA CREACIÓN!

Y (¡con perdón!) ya podemos herniarnos mentalmente, ya pueden los científicos elaborar todas las teorías…¡QUE NO SE ENTIENDE!…

Y por ello solamente pueden SEÑALAR EL HECHO.

Sin entender nada y sin poder hacer nada…

Y al final de todo, me sentaré en la piedra del camino, quieto y sin esperanzas.

Viendo deslizarse todo ante mis ojos.

Contemplando lo poco o nada que soy.

En el total abandono, si me es posible.

Y con esa noticia en el fondo del corazón y del alma:

¡ES AQUELLO LO QUE DECIDE VENIR!

 
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Publicado por en 27 diciembre, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Por completo el cielo azul…

Por completo el cielo azul

y  el sol reinando en el cielo.

Hay silencio en la mañana,

hay silencio mañanero

que nada en el campo y montes

rompe el oro del silencio…

A ése le temen muchos

y buscan los pensamientos

de sí mismos y la gente

y en ellos hacer concierto.

Así creen que la orquesta

les mantiene en el vivero

siendo así que menos viven,

siendo así que viven menos.

Se olvidan que las palabras

jamás llegan a los cielos,

que el lenguaje de los astros

sólo es música y silencio.

Sin el ruido  les parece

la vida una muerte a ellos.

La soledad también temen

y asemejan su reflejo.

Y cuando escapa el placer

y se allega el sufrimiento

ya todo lo juzgan malo

sin ningún discernimiento…

¿Qué será la vida humana

tantos siglos recorriendo

esclava de las ideas

que no le dan alimento?

Hay algo que es desengaño

de no alcanzar el deseo

que se pierde en pequeñeces

siendo así que es inmenso.

¡Mas tantos siguen y siguen

persiguiendo los objetos

que son hojas caedizas

del árbol de los deseos!

¡Mirad que es la Vida misma

trasladada a nuestro cuerpo,

invadiendo el corazón

y las almas invadiendo! …

Mas nada os reprocho, amig@s,

que más bien os compadezco

cercano y en comprensión

sintiéndome al nivel vuestro.

Y, si queréis,  es posible

salir de encarcelamiento

dándole al pensar lo suyo

y el corazón descubierto.

Vulnerables seáis siempre

sin heridas guardar dentro.

¡Y a la Vida hasta vivirla

de un solo sorbo al completo!

 

 

 

 

 

 
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Publicado por en 26 diciembre, 2012 en Poemas

 

Me llegan las nubes bajas

envolviendo el horizonte,

entrecerrando en la niebla

cuanto el pensamiento esconde.

Veintiuno de Diciembre

de este año dos mil doce.

En silencio transcurriendo

desde el día hasta la noche…

Son la espera y la esperanza

los sustitutos del goce.

No acaba el pensar de verse

quieto ahora  sin que antoje

proyectarse hacia el futuro

y que el pasado deshoje…

Tan sólo ahora pretendo

consciencia aunque nada logre.

Ahora sin más y ahora

sin las cosas posteriores,

lo que estás viviendo ahora

y que aún no lo conoces…

Y en esa paz sin hallazgos

que tanto hallazgo te donen

sientas que tu corazón

en el silencio repose.

 
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Publicado por en 21 diciembre, 2012 en Poemas

 

Sólo sé que nada sé.

Prestadas son incluso estas palabras, como todos sabéis.

Y cuantas pueda usar, porque ya el lenguaje centenario las ha usado miles y millones de veces en tantas mentes y corazones humanos y en tantas bocas.

Y me siento otro más en la corriente de este río para nosotr@s tan antiguo, aunque para este Universo ( que cuenta con los dedos llenos cada uno de millones de años) sean unas pocas horas.

Nada sé.

Ignoro por ello en qué momento estamos nosotr@s los human@s,  qué significa este tiempo que vivimos. Aunque parece ser que haya quien lo sepa.

Sé –o creo saber- que ahora mismo ante mis ojos

unas nubes bajas que permiten emerger la cumbre del monte frente a mí, lo abrazan como si le abrigaran o cuidaran de él…

Sé que estoy delante de La Belleza. No lo puedo dudar aunque no sepa tampoco qué es Ella ni sé qué significa ni si produce algo en mí o en mis hermanos los humanos. O si aparece y desaparece sin que nada haya sucedido…

Yo nada sé.

Ni siquiera tal frase despeja alguna ignorancia, porque tampoco sé qué o quién soy yo, ni si existo siquiera o soy un sueño de Brahma, o del capricho o del azar como piensan otros…

Tampoco sé,  amig@s mí@s,  si acaso estáis ahí, ni si hacéis lo que llamamos leer, o tan sólo sois una representación colocada en mí para desarrollar algo que también ignoro a dónde se dirija…

Filósofos ha habido que parecen haberlo expresado ya todo cuanto somos capaces de pensar, o de dudar, o de negar…

A negar no me atrevo, puesto que nada sé.

Quien niega parece ser que algo sabe. Hasta mucho, me atrevería a decir. ¿Cuánto hay que saber para poder negar algo?

Quizá tanto que parezca realmente presuntuoso, osado y hasta loco el  negar, porque no sólo implica saber cuanto es posible conocer, sino saber además que ninguna otra realidad existe fuera de lo que dice saber quien niega…

Y tal cosa a mí, que sé que no sé nada, me encoge y me asusta sobremanera. Incluso me da tristeza y pena que, aquí, entre estos pobres humanos que somos, algunos se levanten y se yergan ante los demás con tanto orgullo…

 

Nuestro científicos (que algo dicen saber) aceptan que vayan nuestro sol y tierra y otros sistemas más

(estelarmente próximos al nuestro) a alinearse con el corazón de la galaxia. Y humanos hay también, entre los cuales hallo alguno amigo y respetado, que afirman saber el significado de CONSCIENCIA que tal hecho contiene.

Yo no lo sé.

Yo no lo niego, ¿cómo podría?.

Espero el ya casi inmediato día y sus meses venideros, desde mi ignorancia. Si me asiste la vida…

Espero viviendo los momentos que de la vigilia al sueño se me deparan, viviéndolos ellos cuanto me es posible, tan vívidamente como me es posible, con cuanta plenitud alcanzo a vivir.

Mis hijos, amados hijos, me dan su compañía, sus cuidados y su amor. El entorno me muestra su Belleza. Personas amadas están en la distancia.

Mi cuerpo me presta sensaciones, a veces dolorosas, tranquilas otras y también gozosas.

Mi corazón y mente acercan la presencia de los demás humanos que en el mundo existen.

Los medios de comunicación me presentan las noticias, tristes, muy tristes noticias de tantos que sufren y padecen, mientras hay al tiempo otros que parecen quererse situar por encima de todos ellos, usándolos y abusando cuanto quieren y les es posible y les permiten…

Y, sin embargo, hasta a ellos los comprendo porque yo no sé cuánto y cómo actuaría yo mismo en su lugar.

Me señalan a mí, a veces, carencias de mi alma.

Las escucho aunque no resulte siempre obvio, puesto que no sé casi nada tampoco de mí mismo.

Las escucho experimentando en ocasiones movimiento y resistencia dentro de mí mismo.

Las escucho porque eso ha de hacer el que no sabe.

Las escucho y reconozco la presencia de cuanto negativo se señala entre esos mis hermanos los humanos.

Y estoy aquí, amig@s, transcurriendo horas y días

paso a paso, sin saber tampoco cuándo se terminan, tejiendo mi tapiz del que  tan sólo veo parte de su dorso, hilos sueltos que se pierden, dibujo del que tampoco conozco su sentido ni por qué.

PORQUE NADA SÉ…

 

¡Ojalá sucedan luces admirables estas fechas que traigan esplendor a la necesitada raza!

Eso sí que sé que mi corazón lo siente.

Porque también hay otra cosa más que tal vez sepa:

QUE SOY HOMBRE Y NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO…

 

 

 

 
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Publicado por en 20 diciembre, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

El dolor de la palabra…

¡Cuántas personas se ofenden por palabras, o reacciones, que expresas!

¡Cuánto sufrimiento no querido ni pretendido aparece en la vida y en la relación!

Y en tales momentos ¡hasta podrías odiar las palabras! ¡Hasta podrías querer recluirte en el silencio y no volver a hablar hasta hallar la palabra inexistente que a nadie pudiera ofender!…

Puede ser que yo me cree mi propia trampa, porque expreso muchas palabras, la mayor parte de la semana.

Cuantas más dices, más posibilidades de sufrimiento.

¡Por más que tus motivos no lo pretendan!

Ya expuse aquí, en páginas anteriores, mis motivos para escribir.

Y solamente voy a recordar DOS QUE NO TENGO:

Aparecer como un maestro y enseñar.

SÉ QUE SOLAMENTE SE ENSEÑA UN@ A SÍ MISM@.

SÉ QUE CADA UN@ ES SU PROPI@ MAESTR@.

Ni siquiera puede pretender, por tanto, intentar tales cosas.

COMPARTO CON VOSOTR@S, AMIG@S.

Y si a cuento o descuento (que ambas cosas pueden suceder) de mis palabras ALGUIEN QUIERE APRENDER YO QUÉ SÉ QUÉ, será ello un resultado que se sale de mi intento.

¡JAMÁS DESPRECIO NADA DE LO HUMANO, PORQUE ME SIENTO PARTE DE ELLO!

Cada “cosa negativa” de lo humano, la tengo yo también.

Y mi expresión –tácita o expresa- es EN PLURAL: “Nosotros, los humanos…”.

Pero advierto, sin embargo, (y éste es el dolor que hoy quiero manifestar) que las palabras pueden producir “ofensa”. Y con ella, sufrimiento.

¿Qué hacer para hablar sin que suceda?

Desde luego, EXTREMAR LA ATENCIÓN Y LA CONSCIENCIA.

Y a ello me siento emplazado, puesto que hago públicas mis palabras.

Pero, sin embargo, asumo que las palabras son una forma deficiente de comunicación.

¡SIEMPRE SE PUEDEN ENTENDER COMO NO PRETENDES!

Por ello en las organizaciones se dan tantos cursillos sobre comunicación, y yo mismo lo he impartido (cosa que os digo casi con vergüenza).

Y nunca hay que olvidar que ¡la inmensa mayoría de la comunicación es no verbal!.  Lo cual dificulta más aún la transmisión del mensaje escrito.

Y que al menos eso que suele llamarse “feedback” es prácticamente imprescindible para comunicarse. Por lo cual os invito fervientemente a que hagáis comentarios en mi modesto post, para tener una oportunidad doble:

Recibir vuestra visión y aclarar mi mensaje.

PORQUE SÉ QUE, INEVITABLEMENTE, LAS PALABRAS SERÁN INSUFICIENTES.

Y he de asumir el dolor que conllevan, por más que intente evitarlo…

¡TELEPATÍA ES EL SUEÑO DORADO DE LA COMUNICACIÓN!

Mas ved, amig@s, que la palabra significa “sentimiento a distancia”, no “pensamiento a distancia”.

Lo cual no deja de ser sabio porque las emociones condicionan el pensar y su interpretación.

¡Cuando las personas “con-sienten”, están unidas en sus emociones y sentimientos, suelen saber interpretar en positivo las palabras!

Y por ello os llamo “amig@s” cada poco, porque como a tales quiero dirigirme a vosotr@s y como tal quisiera ser recibido.

¡Eso alivia el dolor de la palabra!

Eso acerca a las personas y reduce la distancia de las palabras.

Eso conduce a “comprenderse” en lugar de empujarnos a la “ofensa”.

Hay algo –de todos modos- en la comunicación

que me resulta especialmente singular:

Las palabras que alguien dice pueden llegar a otras de manera tal que ellas VEAN ALGO.

¡Pero no así otras!

Me acordé ante este hecho de aquello del filósofo Leibnitz  de “la armonía preestablecida”.

Algo así –me dio por aplicarlo de este modo- como que las cosas vienen ya preparadas para que encajen unas con otras, y en concreto las personas.

Porque resulta ser, de hecho, que hay personas a las que “les llegan bien” tus palabras, y a otras no.

Y parece que, en consecuencia, hay personas con quienes tienes garantizado el diálogo constructivo

y hay otras con las que te estrellas.

Y tal vez por eso es conveniente que haya muchas personas que envíen “mensajes semejantes” porque cada una de ellas “tocará” a lectores diferentes…

Podría hacerse la comparación con el arco iris:

Es una misma luz, pero se descompone en millones de colores.

Y en esa luz cada uno puede centrarse en su color preferido…

¡Y RESULTA ASÍ QUE TODO ES UNO Y A LA PAR ES MÚLTIPLE!

Y no habrá de tener envidia el azul del morado porque otr@ le prefiera…

 

Asumiré, de todos modos, el dolor inevitable de la palabra, aunque rogándoos a tod@s que las intentéis recibir en positivo.

Por mi parte os prometo que estaré más atento y consciente a los poliédricos significados de las palabras para tratar de evitar que, de ellas, se produzca dolor, ofensa o sufrimiento…

 

 
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Publicado por en 19 diciembre, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Conocer de mil maneras.

Hablamos de conocernos a nosotr@s mism@s, de conocer a los demás, de conocer nuestro trabajo, nuestro país, la tierra, el sistema solar, la galaxia y el universo, la materia, la antimateria…  la vida humana, el antes y el después de ella…qué es el bien y la verdad, qué hacer para actuar correctamente…

¡MUCHOS CONOCIMIENTOS!

Pero entre todos hay dos clases esencialmente diferentes:

El del ser interior y todos los demás.

Lo explicó el maestro K. y lo expresaré como yo lo entendí, lo cual podría no ser como él lo dijo, aunque trataré honestamente de hacerlo.

El conocimiento de lo demás, se fundamenta en el pasado y la memoria. Se acumulan experiencias de todo tipo. Se observan y se usa el pensamiento para organizarlas. Se emplean métodos para ello,

unos elementales, hasta primitivos. Otros científicos…

EL RESULTADO DE TODO EL PROCESO ES EL CONOCIMIENTO.

Es obvio que este proceso no puede aplicarse a algunas realidades:

A la que no tiene precedentes en el pasado, en primer lugar.

A la que es única y absolutamente singular, puesto que no se pueden efectuar comparaciones de ningún tipo.

A lo desconocido como tal…

Lo que se escapa de la manera habitual de conocer ES LO QUE SOLAMENTE SUCEDE EN EL AHORA.

Porque antes de suceder ES DESCONOCIDO.

Porque no tiene precedentes en el pasado.

Porque no se puede acumular en la memoria a no ser que se cambie su realidad, convirtiéndolo en experiencia y conocimiento al uso.

Porque es única y diferente de lo ya sucedido y de lo que está por suceder.

NO ES OBJETO DE LOS PROCESOS CEREBRALES DEL PENSAMIENTO, SE ESCAPA A ELLOS POR DEFINICIÓN.

Este es el conocimiento de sí mismo a través de la consciencia, del darse cuenta.

Es la percepción del acto que empieza a suceder en el psiquismo, con todas sus características concretas que comienzan a producirse en ese instante.

Percepción que incluye el acto, el sujeto y el objeto,

cuanto se patentiza  a la consciencia.

Percepción que jamás implica “hacerse una idea de ello”. SINO DARSE CUENTA.

Que tampoco es un misterioso darse cuenta, sino el mismo que tenemos cuando movemos un pié o avanzamos hacia otra persona, o percibimos afecto o interés.

Muy rápidamente intenta el cerebro cubrir con ideas, con palabras, esa percepción. Y es –desde mi modesta experiencia-  muy difícil evitarlo.

Si el cerebro lo logra, ya se crea memoria de las palabras. Y a partir de ahí, se puede iniciar “conocimiento al uso” del suceso psíquico.

Se puede, por ejemplo, “hacer psicología”. Buscar comparaciones, acumular diferentes experiencias y encontrar semejanzas y normas de procedimiento.

PERO EN TAL MOMENTO, SE HA ABANDONADO EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO QUE –SEGÚN EL MAESTRO K.- CONDUCE AL COMIENZO DE LA SABIDURÍA.

Resulta ser muy diferente “tener experiencia espiritual” que ese conocimiento de sí mismo.

Me parece que el factor diferencial estriba en “la acumulación en la memoria”.

El conocimiento de sí mism@ NO ES ACUMULATIVO, como lo es cualquier otro conocimiento. No sirve la experiencia de una vez anterior para resolver y responder otra posterior.

Lo cual implica UNA DESNUDEZ INTERIOR, andar el camino sin ningún equipaje…”como los hijos de la mar” que decía el poeta.

No preparas nada para luego, no llevas soluciones en tu alforja…no tienes alforja…

La enseñanza recibida desde la infancia, la escuela y la cultura, incluso la que el cerebro “respira” en el ambiente, crean un hábito y un impulso prácticamente constante a elaborar “conocimiento al uso” acerca de todo cuanto sucede fuera y dentro de nosotr@s.

Ese conocimiento es indispensable para muchísimos aspectos de la vida humana, y es ése otro motivo más que dificulta el acceso al conocimiento de sí mism@.

Comporta éste, por tanto, UNA CAPACIDAD DE TRASCENDER LAS PALABRAS, de ir más allá de ellas, por debajo, por encima…¡en todas direcciones!

Eso sería SOBREPASAR EL PENSAMIENTO.

Pero también otra dimensión más que –aunque es más profunda y personal y nos define mucho más que el pensamiento- pertenece al cerebro, al cerebro emocional en concreto: Las emociones y sentimientos.

Es, pues, preciso SOBREPASAR LA EMOCIÓN, trascender los sentimientos, porque tampoco ellos son LA CONSCIENCIA PURA, EL DARSE CUENTA.

Es característica de ella y ello EL NO SER NINGUNO DE LOS ACTOS INTERNOS Y PODER, SIN EMBARGO, ESTAR PRESENTE A TODOS.

DARNOS CUENTA DE TODOS Y CADA UNO.

Y VER SUS DIFERENCIAS ENTRE SÍ Y SUS CONCATENACIONES, SUS PROCESOS.

Esta especial capacidad ES EL EJE DEL VERDADERO Y RADICAL CONOCIMIENTO DE SÍ MISM@.

Y es imprescindible su cultivo, su ejercicio y su desarrollo para llegar a él.

Puede este realizarse con cualquier clase de ejercicio que nos enfoque a la experiencia DIRECTA, sin la cobertura del pensar y del sentir.

Expuse hace algún tiempo en estas páginas un ejercicio en cuatro fases, que pasaba del darse cuenta de nuestro entorno, por la observación sin palabras de las demás personas, luego por un@ mism@ “visto desde fuera”, para terminar en el propio interior.

Pero cualquier acto que realicemos  es susceptible de usar como entrenamiento: El andar, el comer, el estar tumbado tranquilamente, el alargar un tenedor a otro comensal, el limpiarse los dientes…

Todo es cuestión de estar atentos al acto que se realiza, sin que la mente se vaya a sus pensamientos o emociones. PERCIBIRLO CONSCIENTEMENTE.

Y repetir a lo largo del día una serie de veces algún sencillo acto de “darse cuenta”.

¡No lo desdeñéis, amig@s, aunque parezca algo elemental!

EL CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL SER CONSCIENTE PUEDE REALIZARSE CON TODA NATURALIDAD, DE MANERA SENCILLA.

Y –que yo sepa- este desarrollo no tiene límite.

Siempre puede crecer más…Como el amor verdadero que parece haber llegado a tope y, sin embargo, sigue creciendo más y más.

Porque me parece que “el darse cuenta” (como acto de la consciencia) está íntimamente ligado al amor. Como también a “la verdad”, “al bien”, “a la belleza”, “a la felicidad”…

¡TODO ME PARECE QUE ESTÁ EN ESE DESARROLLO!

Y ved, amig@s, que no se trata de algo “de élite”, pues todo ser humano está dotado de consciencia.

No se trata de alcanzar extraordinarias virtudes. No se trata de “encaminarse a la santidad”. No se trata de realizar “actos heroicos”.

NADA DE ELLO (dice el maestro K.) nos lleva hasta LA PRESENCIA DE LO SAGRADO.

Todo ello se ha intentado ya durante siglos.

Todos esos caminos los ha recorrido ya la humanidad y sigue siendo la misma realidad que era, escondida dentro del subconsciente con sus mil reacciones negativas.

NINGUNA ACCIÓN NOS ELEVA A SER LO QUE ESTÁ DESMENTIDO DENTRO DE NUESTRO PROPIO SER.

Y por ello (¡como única acción!) tenemos exclusivamente la Luz y el Poder del darse cuenta, porque solamente ella puede percibir los motivos ocultos que en él habitan y pararlos en el mismo instante.

Y al hacerlo ¡sale la acción correcta!

No es que haya que buscarla o meditarla. Al quitar el obstáculo que la impide, ella sola puede salir…

Igual que si quitas la tierra y las piedras que tapan la fuente. ¡El agua sale por sí misma!…

NO SABEMOS QUÉ ES LA VERDAD NI EL BIEN NI EL AMOR.

Por ello están errados todos los métodos que proponen “ir al bien y a lo positivo”.

Para ello TIENEN QUE DEFINIRLO!

Lo cual es ya, y a tope, la invasión del pensamiento que es incapaz –como hemos visto- de conocerlo.

PORQUE OPERA DESDE EL PASADO, LA MEMORIA Y LA ACUMULACIÓN.

¡NO EN EL AHORA!

No se puede, por ello, recurrir a criterios, pautas y normas. SON PASADO.

No se puede recurrir “a lo que diga la gente”. Se guía por la cultura ambiental, por los pensamientos establecidos, las morales, las religiones, las creencias…

¡SOLAMENTE PODEMOS TENER LA CERTEZA DE DESCUBRIR LO NEGATIVO DENTRO DE NOSOTROS MISMOS!

Y es éste hallazgo EL QUE DETIENE LO NEGATIVO QUE HAY EN NOSOTR@S.

Y al detenerlo (¡sin que nosotr@s sepamos CÓMO!)

¡SURGE LO POSITIVO!.

Lo positivo no se elabora, ni se piensa ni se formula.

Sencillamente ¡NO SE CONOCE!

“AQUELLO” está siempre más allá de nuestro cerebro.

Y es una ilusión y un engaño suponer que lo conocemos…

NO ES POSIBLE, POR TANTO, SEÑALAR QUE ESTAMOS HACIENDO ALGO CORRECTO.

SÓLO ES POSIBLE SEÑALAR LO QUE NO LO ES.

Esto nos conduce a un estado de DESASIMIENTO Y ABANDONO DE NUESTRO PROPIO EGO.

Y no tenemos “andaderas” para saber.

¡SOLAMENTE EL VER LO QUE NO ES ¡

Y que ello se detenga al ser visto…

 

Pueden los demás mostrarnos algo negativo en nosotr@s. Muchas veces lo ven más y mejor que nosotr@s mism@s.

HAY QUE ESCUCHAR SIEMPRE Y MIRARNOS.

NO SE PUEDE DESDEÑAR NADA DE LO QUE NOS TRAE LA VIDA…

 

NADA FÁCIL ES EL CAMINO.

¡Si lo fuera ya se habría transformado la humanidad hace siglos!

Vino el Maestro Buda a la tierra y habló de la compasión.

Vino el Maestro Jesús a la tierra y habló del amor.

Y, a pesar de ello, la humanidad siguió siendo la misma.

Me parece que por tal motivo vino el Maestro K. a la tierra para que nos fijáramos en LO QUE NO ES

Compasión y Amor…

 

 

 

 
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Publicado por en 18 diciembre, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Os acompaño…

Os acompaño, amig@s, en estas fechas.

Os acompaño penséis y sintáis lo que fuere respecto a ellas.

Lo mismo si habéis depositado esperanza o creencia o el pasar de cada día como siempre.

Lo mismo si meditáis o trabajáis, si tenéis expectativas navideñas conforme a la costumbre,

o si la tristeza sentís ante estas fechas.

O si nada sentís…

Os acompaño, amig@s, desde el corazón y el alma, asomado al campo y a los montes, a la niebla y al sol, a los fulgores de la amanecida, al rodar del tiempo fugaz, al estar en la quietud del silencio de la mente.

Os acompaño en el intento de percibir las energías invisibles que ciertamente están ahí, aunque mi capacidad de percepción sea escasa y no llegue hasta ellas.

Os deseo el don que tantos dones contiene, el de LA FELICIDAD.

El que puede superar el sufrimiento, trascender el dolor, ir más allá de la necesidad y de la angustia,

y dibujar la paz en el rostro y en los ojos.

Ese que permite a los humanos ser personas buenas, no solamente “buenas personas”.

Ese sobre el cual el tiempo no deposita cenizas.

Ese que repite siempre de nuevo el amanecer del Universo.

Ese que ve hermanos incluso en los enemigos, en los que hicieron o hacen daño.

Ese que puede ver LO SAGRADO “en cada hoja, en cada lágrima” como expresó aquel Maestro.

Ese que no sabe del rencor ni del resentimiento,

que sabe hallar la cuarta dimensión de LO POSITIVO DENTRO DE LO NEGATIVO…

Os acompaño, amig@s…

 

El deseo que se esconde en los deseos, le dejo volar. Como un águila señera que reina sobre el espacio.

Le dejo volar y crecer, desatado de sus pequeños objetos, extenderse por la tierra, ascender a los hermanos desconocidos de las estrellas, abrazando a todos, traspasando a todos su energía inacabable.

Y canto con vosotr@s a vuestra vida y a la vida, a LA VIDA que florece incesante por más que la destrucción parezca acompañarla también.

La destrucción que es simplemente el prólogo de LA CREACIÓN.

LA NADA Y EL SER…

 

Y por encima y –si es posible- más allá de la infinitud del deseo, os quiero recordar que hay UNA FUENTE que siempre mana, que se esconde detrás de una muralla de Silencio.

UNA FUENTE QUE ES AMOR.

Y en Ella os acompaño, amig@s míos, callando las palabras, callándome a mí mismo, callando en el ocaso que anuncia la noche y callando en ella para poder llegar AL NUEVO AMANECER…

 
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Publicado por en 17 diciembre, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

El fin del mundo.

Me permito, amig@s, repetir este post que publiqué hace prácticamente un año,

por las fechas y las noticias que corren en la actualidad.

 

Me ha traído el asunto por carta persona muy querida.

El fin de “este” mundo.

Este que conocemos un poco, tampoco gran cosa.

Porque tampoco nos conocemos a nosotros mismos.

Si lo hiciéramos totalmente, también conoceríamos el mundo.

Porque nosotros somos el mundo, somos la Humanidad…

Pero el pensamiento común insiste en ponerlo todo FUERA.

Los Apocalipsis…

Todos ellos expresando la destrucción de la tierra, del sistema solar…

En el año 2.000, a cuenta de la interpretación de las profecías de Nostradamus, gente famosa hubo que anunció su retirada del mundo de la moda y su negocio.

Y luego surgió la profecía maya, para el año 2.012…

Y tantas que ha habido a lo largo de los siglos.

Las de S. Malaquías sobre los Papas…

Aquella de Santa Gertrudis…

Bastantes que no recuerdo. Libros hay dedicados a su recopilación…

Y todas dedicadas al fin del mundo FÍSICO.

¡Qué empeño tenemos los humanos en situar lo real en lo visible y tangible!.

El deseo de lo maravilloso y de lo mágico.

De la solución súbita que caiga de las nubes…

¡El estrecho concepto y vivencia de la realidad que tiene la humanidad!

Atado a los sentidos externos (que también los tenemos internos, tan poco utilizados ).

Extendidos aquellos por los sensores de las ciencias.

Ampliados más a veces por las teorías.

Pero centrados de una u otra forma en el mundo físico…

Sólo con darse cuenta de que lo invisible es anterior a lo visible, que en la escala de lo real la causa de lo visible se sitúa en lo invisible, sólo con eso la mente amplía su visión y recoloca el mundo.

Y lo sitúa en el interior de nosotros mismos.

Porque ¿qué tiene este mundo para que sea preciso terminarlo?.

¿Las guerras?

¿Qué sucedería si las madres se negaran a entregar a sus hijos a los ejércitos?

¿Qué sucedería si los hijos del mundo entero se negaran a empuñar un arma para matar a sus hermanos?

¿Qué sucedería si en el corazón humano hubiera paz?

¿Si desapareciera la crueldad, la insensibilidad necesaria para matar?

¿Si la mente fuera libre  de los mitos, del mito de “la patria”, del mito del deber de defenderla y dar la vida por ella (a la par que se arrebata la ajena)…?

¿Si se empleara inteligencia y comprensión para resolver los conflictos?

¿Si los seres humanos se sintieran cercanos, capaces de empatía, simpatía, comprensión emocional, afecto…y hasta AMOR?

En suma, amig@s, SI CAMBIARA EL INVISIBLE MUNDO INTERIOR?…

Y del mismo modo cuanto constituye el mundo visible:

La competencia brutal, la envidia, el deseo descontrolado de lo ajeno, el imperialismo del yo,

el conflicto interno, la división del ser humano dentro de sí mismo en esa escisión del “debo y quiero”…

Si el ser humano cambia por dentro, se termina este mundo…

Diréis que si TODOS los humanos cambian, sucederá eso.

¿Pero cómo va a ser posible?

¡Ah, se nos olvidan cosas del mundo físico que entendemos en él!

La energía nuclear, por ejemplo.

Una pequeña masa de plutonio radiactivo, unida a otra con la que se produzca la masa crítica ¡desencadena la reacción!.

Una pequeña cantidad de virus o bacterias, desencadena las defensas del organismo y todo él se inmuniza a la enfermedad…

¡La parte puede regenerar el todo!

¡Lo pequeño tiene poder frente a lo grande!

Tenemos tan incrustado en la mente que el individuo no es nada, que pensamos que es el número lo que tiene poder…que hasta se nos olvida la historia: Buda, Jesús…

Y de nuevo la réplica: “¡Pero eran seres excepcionales!”.

¿Y no puedes ser tú ese ser que se transforme, deteniendo con la luz de la consciencia todo lo negativo que emerja de ti?

¿Un ser puro instante a instante?

¿Un ser nuevo cada día?

Algo que está al alcance de cualquier persona que lo decida. ¡Tantas veces lo he mostrado aquí!

Y cuando haya de esos seres en el mundo, no todos ni mucho menos, SINO ESA MASA CRÍTICA DE SERES NUEVOS, se producirá la reacción en cadena que trasformará a toda la humanidad…

Será importante intentarlo, ¿verdad?.

  

 
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Publicado por en 14 diciembre, 2012 en Reflexiones y vivencias

 

Libertad de opción y la otra libertad.

“¡Haz lo que quieras!”, podemos decir a otra persona.

Y, según la situación y el contexto, puede la frase mostrar benevolencia, hartazgo o desdén.

Puede –si se dice entre personas que se quieren- mostrar el deseo de la una para que la segunda actúe sin ninguna preocupación ni limitación a sus deseos propios. Le indica a ésta que va a recibir con agrado y acuerdo sus decisiones, sean las que sean.

Hace falta amor para decir esto de verdad…

“Hartazgo” podría manifestar la frase cuando –tras diálogos y discusiones múltiples- no consigue la una persona que la otra acepte sus razones. Y se convierten entonces esas palabras en una manera de zanjar la discusión, manifestando la impotencia de convencer a la primera…

“Desdén”, en tercer lugar, expresará la frase cuando una persona se desentiende de la otra y de lo que le suceda, mostrando su desinterés con la indicación de que –por ella y puesto que “le da igual”- puede decidir lo que se le antoje…

Sacada de estos contextos, podría ser la frase el comienzo de una filosofía de vida. Y sinceramente deseo hoy comentaros algo al respecto, pero “sin hacer filosofías”, lo cual no me parece fácil porque son muchos los asuntos existenciales que toca la palabra “querer” y la palabra “libertad”.

Renuncio de entrada, amig@s mí@s, a escribir de manera completa sobre ello. Y permitidme que muestre, lo más sencillamente que pueda, alguna concreta visión sobre tan inmenso mundo…

 

La “libertad de opción” me parece que es la que con más frecuencia suele llamarse “libertad”. El poder elegir entre, al menos, dos extremos, hacer esto o lo otro, pensar de una manera o de otra, sentir de un modo determinado o sentir de otro.

Podríamos llamar a estas formas de la libertad de opción, a la una “libertad de acción”, a la otra “libertad de pensamiento” y a la tercera “libertad emocional”.

Parece claro que, de todas esas formas, la más amenazada es la primera, puesto que topa con otros seres, topa en la sociedad con la ley y topa con “la moral”.

“Lo interno”, mientras no llega a manifestarse, queda protegido en la intimidad personal. Podrías ser “un hereje” en tiempos de la Inquisición sin riesgo de ser quemado en la hoguera. O un ácrata en tiempos y países de dictaduras represivas sin ser confinado en la cárcel. O amar a siete mujeres sin “escándalo público” con tal de guardar tus sentimientos en tu corazón.

No me parece desdeñable este hecho propio del ser humano, el de poder “guardar en su interior”.

En no pocas circunstancias es algo que puede salvar de peligros indeseados. No tenías que terminar inevitablemente tu vida siendo un mártir,

porque te bastaba con no proclamar a los cuatro vientos que eras cristiano…Y muchas situaciones de “vida normal” pueden salvarse de peligros que no se desea correr, recurriendo a este hecho…

Pero también requiere un grado de libertad, la de que “su moral”o su carácter  no le obliguen a manifestar lo que guardan en su interior.

Y topamos ya con algo que suele complicar mucho “la libertad de opción”, porque no son pocas las personas cuyas pautas internas las empujan a manifestar pensares y emociones interiores. En cuyo caso y para ellas, deja de ser opcional el dejarlo encerrado en su interioridad, porque no quieren “sentirse falsas”. Aunque, en absoluto,

podrían mantener su libertad de opción pagando ese tributo interno…

No es, pues, la libertad de opción el mero elegir entre dos acciones o dos cursos de acción. Tal libertad se adentra en el cerebro y la mente humana y, al hacerlo, se reviste de tantas características como tiene la persona misma…

De ahí que, la llamemos como la llamemos, la libertad no se presenta como algo simple ni sencillo.

Cuantos más elementos incorporemos de lo que es una persona, más compleja se torna la libertad.

“Poder elegir” es algo fundamental en esta manera de mirar la libertad. Si no tengo esa posibilidad, DECLARARÉ QUE NO TENGO LIBERTAD…

Y, sin embargo, HAY OTRA LIBERTAD.

Recuerdo que, dando un curso a directivos de banca, surgió un hecho real en el grupo que mostró prácticamente ese otro modo.

Una de las personas (una madre) señaló que –cuando su hijo pequeño lloraba por la noche, estando ella dormida – NO TENÍA OPCIÓN, había de ir inevitablemente a ver qué le pasaba.

Pero además decía “que ella quería ir”, que no se planteaba si luego tendría mucho sueño a la hora de levantarse, o si se pondría tapones en los oídos para que no le despertara el llanto del niño.

NO TENÍA OPCIÓN, PERO “QUERÍA”.

Tal vez otra madre habría ido a comprobar la situación del niño “renegando”, no queriendo en realidad ir pero “sintiéndose obligada” a hacerlo.

Esta actitud, sin duda, repercutiría en “el cómo” de su acción. Querría que le consumiera el menor tiempo posible, su “capacidad de diagnóstico” de lo que le sucediera al niño sería probablemente apresurada y podría omitir factores reales que aquejaran a su hijo…

Estaría ella, en este caso, realizando una acción de “libertad de opción”, con el condicionamiento interno de “la obligación”.

SIN EMBARGO, la madre del curso no recurría ni a la opción ni a la obligación. ELIMINABA AMBAS.

Y, ciertamente, no se podía decir que su acto NO FUERA LIBRE. Por el contrario podría decirse QUE ERA MÁS LIBRE.

Y ésta es LA OTRA LIBERTAD que quería añadir a la primera, llamémosla “clásica”.

Esto significa que  AUNQUE NO TENGAS OPCIONES PUEDES SER LIBRE.

Y no sucede tal libertad al albur. Requiere que la persona ponga en acción varias capacidades:

Ha de “darse cuenta”, o “ver”, el hecho que sucede.

Ha de “querer” responder plenamente a tal hecho.

Y de ello surgirá UNA ACCIÓN INMEDIATA que realice los dos pasos mentales precedentes.

Bien mirado, no se dan varios pasos, sino UNO DE UNA PIEZA: “ VER-QUERER-HACER”.

Porque no hay ninguna “fisura” entre los tres, son UNO en realidad.

VER ES QUERER para esa persona.

E instantáneamente ambos son HACER, no hay ni espacio ni duda ni tiempo respecto a lo anterior en el relato, que no anterior en su mente.

LA OTRA LIBERTAD…

 

Podemos enlazar ahora con las primeras palabras de estas páginas: “¡Haz lo que quieras!”.

Cuando amas a la persona que se lo dices, sabes o confías en que ella VE Y QUIERE.

Y puedes quedarte plenamente tranquilo de su decisión, sea la que fuere, porque será libre en alto grado.

Incluso podríamos llamar a esta forma de libertad

“querer iluminado”, puesto que goza de la capacidad del VER y no es un mero “querer” sino la secuencia natural y espontánea del ver.

No cabe duda, me parece, que, cuando ésta es la libertad de la otra persona, se puede tener plena confianza en ella. No es abandonarse a ningún peligro el asegurarle que –por ti- ella ¡puede hacer lo que quiera!…

 

ES RADICAL ESTA LIBERTAD.

Y como todo, absolutamente todo lo válido y lo positivo de la vida, PROCEDE DEL AMOR.

ES EL VER, EL QUERER Y EL HACER DEL AMOR…

 

Muchísimas personas consideran que LA LIBERTAD no se puede dejar a sí misma. No se puede “permitir hacer lo que se quiera”.

Y recurren por ello a la ética y la moral, a las normas que “limitan la libertad”.

Temen que la libertad produzca daños…”No se puede dejar que cada uno haga lo que le dé la gana”, dicen.

Por ello  las éticas y las morales prescriben conductas.

Pero no descienden ellas HASTA LOS MOTIVOS SUBCONSCIENTES.

En el fondo, les da igual. No les importa que realices la conducta prescrita a regañadientes, sin ganas, sin querer hacerla incluso.

¡Hasta lo consideran más “heroico”!

“¡Fíjese, pese a sus luchas internas, pese a todo lo que tenía en contra de tal conducta…la hizo!”.

Lo cual nos muestra LA HIPOCRESÍA de tales procesos. ¡Porque la verdad interior de esa persona es que no quiere actuar así, que lo hace por el peso de una “obligación”, que si no la tuviera actuaría de forma muy diferente!

Por ello, la libertad de opción es un subproducto deficiente de LA LIBERTAD SIN OPCIÓN.

Aquella se mueve siempre en las alternativas, ventajas y desventajas, éxitos o fracasos, positivo o negativo, bueno o malo…

Y está suponiendo, de hecho, la existencia del mal como opuesto al Bien, siendo así que EL BIEN NO TIENE OPUESTO, COMO TAMPOCO EL AMOR.

Es Bien o no llega a serlo.

Es Amor o ilusión de serlo.

¡NI EL BIEN NI EL AMOR PUEDEN TENER NINGUNA CLASE DE RELACIÓN CON EL MAL O CON EL DESAMOR!. NO PUEDEN ESTAR EN LA MISMA ESCALA.

Y, por ello, no se pueden situar al extremo opuesto de Ellos…

¡TODO LO QUE TIENE “MOTIVOS”, NI ES PROPIO DEL BIEN NI DEL AMOR!

Ese es el campo de la libertad de opción, esa interesada, mínima y errada forma de la libertad que es la que considera la inmensa mayoría de la humanidad.

Esa es la libertad que puede dañar, la que está regida por “los intereses del ego”, incluso los que parezcan éticos y morales.

Yo recuerdo haber recibido daños de personas por opciones suyas “muy morales”.

Porque el criterio de la ética y la moral consiste meramente en cumplir sus pautas, sus leyes. ¡Y ay de ti si caes fuera de ellas!…

 

LA LIBERTAD SIN OPCIÓN no se sitúa ahí.

Es una libertad pura, porque se sale de la región psicológica de “los motivos”.

¡No es infalible, claro está, porque ello no existe en el planeta tierra, que aun los católicos señalan una serie de condiciones para que el Papa lo sea!

Y es preciso CONECTAR CON ELLA, no es una acción cualquiera.

La persona ha de situarse EN SU CONSCIENCIA, observando sus motivos subconscientes.

Quien actúa de forma superficialmente consciente,

solamente llega a percibir los motivos expresos de su cerebro y mente. Lo cual la sitúa en la libertad de opción.

La libertad que universalmente en la humanidad produce daños.

La libertad que busca toda clase de justificaciones

para avalar su decisión.

¡Si los maltratadores dicen a sus mujeres que les hacen daño porque las aman!

¡Si los terroristas matan guiados por el ideal de la libertad de su pueblo e incluso por su fe religiosa!

Y los muy ricos hacen jugadas de bolsa que hunden en la miseria a países enteros “porque el negocio es el negocio”.

¡Y todos nos buscamos nuestras propias justificaciones!

¿PARA QUÉ SIRVEN, A LA POSTRE, LOS CRITERIOS MORALES Y ÉTICOS SINO PARA BUSCAR MOTIVOS POR LOS QUE ESCAPARSE DE ELLOS?

¿ES ESA LA LIMITACIÓN DE LA LIBERTAD PARA QUE NO DAÑE?…

AHONDAR EN LA LIBERTAD VERDADERA ES EL ÚNICO CAMINO.

ALLÍ DONDE EL QUERER Y EL VER Y EL HACER SON LO MISMO.

¡DONDE NO HAY OPCIÓN!

Y donde no hay ni juicio ni comparación, ni propio ni ajeno.

QUIEN JUZGA Y COMPARA, ESTÁ DAÑANDO AL HACERLO.

¿Cómo sabes tú lo que otra persona está captando en SU CONSCIENCIA?

¿Y cómo sabes que determinado daño no se lo está produciendo la persona supuestamente dañada a sí misma?

“No juzguéis y no seréis juzgados”, dijo el Maestro Jesús…¡El que dijo que la única ley es EL AMOR!

¿Acaso no hemos comprobado en nosotr@s mism@s que nuestros condicionamientos y grabaciones, nuestra propia manera de ser son la causa más frecuente de los daños que experimentamos?

¿Acaso “frustrar” al maltratador saliéndose de esa relación es dañarle?. ¡Él lo va a experimentar así!

LA LIBERTAD SIN OPCIÓN JAMÁS PRETENDE DAÑAR.

Aunque haya veces, incluso muchas, en las que la otra persona experimente (por sus propias deformaciones) que le están dañando.

LA SAGRADA REGIÓN DE LA CONSCIENCIA, ES INVIOLABLE. Y LA LIBERTAD QUE DE ELLA BROTA.

¡Guardémonos, amig@s mí@s, ese ancestral impulso de juzgar porque en él, sin duda, reside el daño tal vez más antiguo de la humanidad! 

 
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Publicado por en 13 diciembre, 2012 en Sin categoría