No critico, amig@s, a las religiones, las políticas, las filosofías, las ideologías…
No hago crítica, sino exposición de hechos.
Hechos que consigno tan sólo para ser mirados, para que el darse cuenta los ilumine y solamente con esa luz, sin hacer ninguna otra cosa, SE DETENGA LO NEGATIVO.
Y son hechos, además, en los que yo me considero incluido, no soy ajeno a ellos ni los miro “desde fuera”.
Y los miro, en consecuencia, “con cariño”, como algo propio.
Pero ello no quita la realidad del hecho.
Y “verlo” ES NECESARIO.
SI QUEREMOS QUE LA HUMANIDAD Y NOSOTR@S MISMOS NOS LIBEREMOS DE LAS CAUSAS QUE NOS HAN SUMERGIDO EN EL SUFRIMIENTO Y LA BARBARIE.
La crítica, amig@s mí@s, supone una distancia y una “superioridad”.
Quien critica no se supone inmerso en lo que critica. Por eso lo hace “desde fuera”.
Y supone también “que se siente por encima”.
YO NO ME SIENTO POR ENCIMA DE NADIE.
PORQUE SOY HOMBRE Y NADA DE LO HUMANO ME ES AJENO.
Y porque, además, amo lo humano.
Por ello, entre otras muchas cosas, no me gusta hablar de “espiritualidad”, porque lo considero solamente UNA PARTE DE LO HUMANO.
Hablo siempre de LA TOTALIDAD de lo humano, de su REALIDAD INTEGRAL.
¡QUE NO TENEMOS QUE DEJAR DE SER HUMANOS PARA EXTINGUIR BARBARIE Y SUFRIMIENTO!
¡SINO SER LA PLENITUD DE LO HUMANO!…
EL NACIMIENTO de los movimientos humanos ha sido, normalmente, BELLO Y VERDADERO.
“El budismo” con la inmediatez del Buda, El Iluminado…”El cristianismo” con la explosión del “ágape” cristiano, el Amor de Jesús, El Gran Maestro de lo más grande e importante…
“La filosofía” como “amor a la sabiduría”…
“La política” como ayuda y servicio a la “polis”, la ciudad y la nación…
¡BELLOS NACIMIENTOS!
Como cada niñ@ que amanece en este mundo, que viene NUEVO…
Pero parece tristemente que el paso del tiempo sobre ello produce un deterioro terrible.
Por ello el maestro K. afirmó que “el tiempo es un veneno”.
No simplemente “el pasar el tiempo”, sino vivir dentro de él, de la persistencia del ayer que borra el presente y diseña el futuro igual que el pasado mismo. Que ése es el veneno del tiempo.
¡LA PÉRDIDA DE LO NUEVO!
Y aquellos bellos nacimientos fueron dejando de ser lo que en su momento fueron. Se los quiso encerrar en la “repetición del pensamiento”, como si las palabras pudieran SUSTITUIR A LA REALIDAD…
Tal vez la Iglesia (digo solamente “tal vez”) cambió sustancialmente cuando se convirtió en la religión del imperio, cuando la asumió Constantino.
Porque ello le dio “poder” y “continuidad social”.
Lo que antes fueran relaciones cercanas y amorosas entre los que proclamaban LA REVOLUCIÓN DE JESÚS, se empezó a convertir en distancia y autoridad.
Y en vez de estar en relación, se enunció LA DOCTRINA. Y se estableció la “creencia”.
Temo que se olvidara –en el vivir real- lo que Juan dijo del amor, de ser la esencia que une Lo Divino con lo humano. Sin precisarse doctrina alguna, como UN HECHO que recogía el vivir de Jesús y lo entregaba a todos.
Creo que fue el “concilio de Nicea” el que comenzó los “enunciados” de la fe…(no me hagáis mucho caso que tengo poco clara la historia).
En ése, o en otro momento histórico, parece que se cambió EL VIVIR POR EL CREER.
EL PODER, LA DISTANCIA, EL PENSAMIENTO…
Triste, muy tristemente, LA CORRUPCIÓN.
Eso ya no era lo que Jesús vivió y manifestó a través de sus palabras. Que las palabras NO ERAN LO IMPORTANTE, SINO LA FORMA DE VIVIR.
Y ya la Iglesia “consolidada”, poderosa y con autoridad, SE CENTRÓ EN LAS PALABRAS.
Y DEJÓ DE SER IMPORTANTE LA VIDA…
Y creció y se extendió con el Imperio…¡Qué mala compañía!
Y luego…mirad la historia…
Que se dividió primero de las Iglesias Ortodoxas por problema de poder y autoridad, ¡de obediencia!…Y, qué paradoja, “ortodoxo” significa “recta doctrina”…
Luego las Iglesias Luteranas, Calvinistas…
Luego…¡tantas!.
Y mientras ya la Iglesia, convertida en la “organización” más resistente de Occidente, se mezcló como era inevitable con la barbarie humana, las guerras, las hogueras…
Cierto es que en tan amplísimo escenario, que tantas personas recogía de una u otra forma, HUBO SERES EXCEPCIONALES. Seres que vivieron la forma de vivir del Maestro del Amor.
¡PERO ELLA SE LOS “APUNTÓ” COMO SI FUERAN SUYOS!
Y lo convirtió en argumento para llamarse “santa”.
¡Véase a “la santa organización”!
Sin darse cuenta en absoluto que ello es una contradicción, porque organización es “autoridad”, y con ella “creencia”, y ambas matan la libertad de la mente y el corazón y matan, por ende, el camino hacia el amor. Y si a algo puede llamarse santidad ¡solamente es a la acción del amor!…
Y se decidió ella a “proclamar” santos.
¡Y cuántas veces escogió a tristes santos!
De los recientes me viene alguno a la memoria que predicó que las mujeres habían de estar en casa, modositas, atendiendo al varón cuando llegara, dándole mimos –castos, desde luego- y aceptando su condición de “cabeza de la mujer”…
¡Qué pocos santos llenos de alegría, llenos de la pasión del vivir, llenos de real y verdadero amor!
Me emergen del pasado Agustín de Hipona y Francisco de Asís. Y Juan de la Cruz y Teresa de Ávila.
Santo aquél tan lleno de humanidad y de pasión que pronunció frases…¡que luego tuvieron “ellos”, los de la organización, que explicar para que no fueran incendiarias!
Y santo el segundo que vivió el amor a los animales y a la naturaleza entera, lo que nunca había supuesto “la organización”.
Y santos maestros del camino de la ascensión de la mente los otros dos.
Pero ella “se los trató de apuntar”…
En vez de darse cuenta de que ponían de relieve LOS HECHOS BÁSICOS que la habrían empujado a cuestionarse.
Sin embargo, ninguna organización se puede cuestionar…¡porque desaparece! ( y hablo de organización de la mente y del corazón, la que se llama “religiosa”, que es contradicción viviente unir ambas palabras)…
Lo cual –por citar un ejemplo- hizo el maestro K. con la organización que para él habían montado.
¡La deshizo!.
Porque vió muy claro que La Verdad y El Amor no se podían organizar sin hacerlos desaparecer…
No veáis, pues, amig@s mí@s, “crítica” en las palabras que digo a veces respecto a la Iglesia, la religión, la política, las ideologías…
Solamente trato de mostrar lo que se ha deformado y convertido en causa de deformación, para evitarlo.
Para que la mente humana se libere y entre en el camino del encuentro con LO SAGRADO.
Que no tengo animadversión ni rencor alguno a la Iglesia Católica, de la que he sido parte, y muy íntima y “adicta”. Pertenecí a una orden religiosa que, para mí, tuvo el mérito excepcional de proporcionarme la formación en virtud de la cual pude abandonarla, dándome por ello cuenta de lo que había sido la historia del error a lo largo de los siglos. Y a día de hoy se lo sigo agradeciendo…
“Sectas” hay –y lo son por eso- que anulan en sus miembros la capacidad del recto pensar. Y los mantienen mentalmente drogados por sus líderes y estructuras…¡Justo lo contrario que a mí me sucedió en esa orden y que considero enorme mérito!
Porque no suelen ser ni las totales adicciones ni los totales rechazos indicadores de La Verdad.
“Fanatismo” llamamos a los unas y “odio” a los otros.
Y agradezco a la Vida que no me haya permitido caer en ninguno de los dos…
Porque EL AMOR (que es la realidad única) LO ABRAZA TODO, hasta lo que gentes llaman “malo”, hasta lo que es error.
Y EN ÉL QUIERO YO VER Y VIVIRLO TODO, sin rencor a nada, con gratitud a todo.
Y LO QUIERO PROCLAMAR, AMIG@S, PARA QUE NO ENCONTREIS EN MIS PALABRAS LO QUE NO PRETENDO.
QUE MIREMOS Y VEAMOS LA VERDAD, NO ENTRAÑA NINGUNA CRÍTICA.