mostrar situaciones humanas en un régimen de amistad.
Y se intenta mostrar en sus palabras una cierta visión de aquellas.
Sin duda alguna, quien escribe se siente dentro de las situaciones, como una parte más.
En modo alguno escribe como quien estuviera fuera de ellas o por encima, aunque podría ser que las palabras – siempre tan deficientes, escasas y hasta equívocas – pudieran hacer pensar a algún lector/a algo diferente.
Podría decir que este intento es COMPARTIR APRENDIZAJES AMISTOSAMENTE. Aprendizajes que en el mismo acto de escribiros se están realizando muchas veces. No que hubieran sido realizado antes, sino en el mismo momento.
No comenzó mi vida, obviamente, cuando empecé a escribir este blog. ¡Algo se supone que, en tantos años, tenía yo que haber aprendido!
Sin embargo, la especial naturaleza de este aprendizaje hace que dé igual si lo empecé hace cien años o ahora mismo. ¡Porque se trata de aprender en el instante y no se puede guardar en la memoria para la siguiente vez!
Y ello conlleva algo consigo: que quienes os estéis asomando ahora a ello, tengáis las mismas ventajas y desventajas y la misma “categoría” que quien lo lleva intentando desde hace muchos años.
¡No tengo ventaja respecto a nadie por ser viejo ni antiguo en el intento! Alguien muy joven y muy nuevo en este camino ¡me puede sobrepasar en un instante!.
Con lo cual os estoy manifestando, amig@s, un rasgo de la naturaleza de este tipo de aprendizaje al tiempo que mis propios sentimientos, y algo que sigo intentando aprender:
QUE LA VIDA ES AHORA.
QUE LO REAL ES AHORA.
QUE EL TIEMPO DEL RELOJ NO ES EL QUE MARCA LA PAUTA.
PORQUE EL AHORA NO ES TIEMPO, NO ES PASADO NI MEMORIA, NI ES FUTURO NI EXPECTATIVA.
Y, sin embargo, el tiempo está grabado en el cerebro, entramado en toda su actividad.
Porque toda esa realidad en la que vive, que llamamos “material”, y que es campo y objeto de la ciencia y de la técnica y del día cotidiano, se mueve en el espacio del “tiempo psicológico”, sea cual sea la dimensión exterior “espaciotiempo” que para los propios científicos no está “definida” todavía.
Bien podría ser que nuestro “tiempo psicológico de memoria en el ayer e intento de anticipar el futuro” NO COINCIDA con la realidad que las ciencias investigan.
Bien podría ser que ese espaciotiempo tuviera en vez de cuatro, “n” dimensiones, que ya se les ha ocurrido a los científicos, aunque me parece que no lo han aplicado aquí y a nuestro mundo, sino a otras realidades.
Y ES QUE SUCEDE QUE EL CEREBRO HUMANO NO ALCANZA A PERCIBIR “LO REAL”, sino pequeñas y parciales realidades.
Y en tal afirmación encuentro que SOMOS MÁS QUE NUESTRO CEREBRO, que nuestra realidad desborda esa propiedad, porque es “propiedad nuestra nuestro cerebro”, y no a la inversa.
Y aparece en mi percepción QUE SOMOS MENTE ADEMÁS DE CEREBRO.
¡Y las cosas se complican!
Y resulta que puede él tener un funcionamiento que la mente haya de corregir.
Siendo justamente ese “tiempo psicológico” en el que él vive, tal vez la primera corrección.
APARECE EL AHORA COMO “NO TIEMPO”.
APARECE EL CEREBRO COMO INSTRUMENTO Y NO COMO GUÍA.
APARECEN “SUS LEYES” COMO CUESTIONABLES.
APARECE UN MUNDO INTERIOR AL CUAL NO PUEDEN APLICARSE TALES “LEYES”.
Y resulta ser “ese mundo interior” algo distinto y diferente donde el cerebro no puede ni entrar ni menos aún “mandar”.
EL UNIVERSO DE LA MENTE.
¡ESE CUYO “TEMPO” NO ES EL TIEMPO PSICOLÓGICO, SINO EL AHORA!…Cosa que el cerebro no conoce, que le extraña, a lo que pone resistencia y no se puede acostumbrar…
Él hace lo que sabe hacer, que es “sentir y pensar”, acumular los sucesos en la memoria –que es pasado-, organizar las experiencias mediante métodos, extraer de ellas “consistencias” que se hayan de repetir en el futuro…
Y encuentra que en todo ese proceder OBTIENE ÉXITO en cuanto se refiere a la ciencia y a la técnica.
Tal éxito se fundamenta en algo que se define como “conocimiento”:
“Pensamiento –conocimiento- palabra (formulación)”.
Y justamente ese conjunto alivia y pretende eliminar EL TEMOR DEL CEREBRO A LA INSEGURIDAD.
Está, pues, nuestro cerebro COGIDO EN UN CEPO:
Por una parte EL TEMOR, que le lleva a asirse al pensamiento, la palabra y el conocimiento,
y por otra EL ÉXITO que mediante ciencia y tecnología, y cuanto participa de “lo científico”, le ha ido dando a lo largo de la historia.
SE AFERRA EL CEREBRO A SU VIEJO NICHO.
Y como afirmar el AHORA Y LA CONSCIENCIA “le dejan fuera” de ese campo de sus formas conocidas de acción, combate cuanto puede su posible aparición y dominio, y se opone al ABANDONO Y QUIETUD que aquellos solicitan.
Intenta por todos los medios a su alcance “colarse” en ese otro sistema. Establecer pensamientos que se acepten como válidos, fórmulas permanentes, “pensamientos eternos”.
¡Y corren los seres humanos a “consumirlos”, buscando leer “frases sabias”, palabras que les conduzcan AL ÉXITO EN EL MUNDO INTERIOR!
Fueron así a lo largo del tiempo los humanos a las religiones, las filosofías, las ideologías, las políticas, los gurús…
PORQUE QUERÍAN SEGUIR MANTENIENDO EL ESTATUTO QUE LES DABA “GARANTÍAS” Y LES ALIVIABA DEL TEMOR A LA INSEGURIDAD.
Y eso de aventurarse en un instante sin precedente ni consecuencia como resulta ser EL AHORA…
Y eso de substituir “la inteligencia”, racional y aun emocional, por la simple CONSCIENCIA, por el darse cuenta en ese que él considera “fugaz instante”…
¡LE HORRORIZA!
No le basta con una función que resulta válida aunque se cambie “este eje de poder”, que es LA SENSATEZ, la cual se mantiene en el nuevo mundo de la consciencia.
“Su inteligencia” ha de percibir LO POSITIVO en la realidad de ese ahora y ese darse cuenta.
Ha de percibir también que no hay locura en ello.
Ha de advertir que ES POSIBLE, que no se sale del marco de LO REAL que él no llega a percibir, pero que puede aceptar QUE NO ES IMPOSIBLE. Que le puede sorprender o parecer incluso sobrehumano, pero que si es honesto y sincero, le ha de parecer – a pesar de sus propios temores y sus márgenes estrechos- QUE AQUELLO PUEDE SER.
Incluso es también acción válida suya en este universo que le supera, ADVERTIR LA COHERENCIA Y LA LÓGICA INTERNA de lo que se afirma desde esa dimensión.
Que se puede parecer a un “jurado” que -aun no sabiendo lo que pasó- TENGA UNA DUDA RAZONABLE. De manera que no le sea imposible al tal jurado DECLARAR INOCENTE al ahora y al darse cuenta como caminos de crecimiento de la mente…
LA MENTE NO ES EL CEREBRO.
Hay, sin duda, quien lo niega. Pero no por ello su mente desaparece.
Y no sé yo cuánto los científicos y tecnólogos la están de hecho usando para lograr sus avances, además de su propio cerebro.
Su cerebro se enfrentará con situaciones sin salida, y la capacidad de darse cuenta podrá intervenir y actuar adecuadamente.
Sin embargo, esa “convicción negativa” de que “la mente no exista”, operará como un escollo más en su cerebro…
Y les pregunto: ¿Por qué negar lo que es posible que tengas como capacidad tuya? ¡Si te ayuda, úsala!. No entorpece el otro uso del cerebro. ¿Qué mal te produce?…
Tampoco la existencia y presencia de la mente se puede afirmar como desea el cerebro, como un conocimiento. No pertenece a la región del conocimiento.
Pero bueno, la puedes dejar ahí como una hipótesis sin verificar, como haces con tantas cosas…
Hoy, amig@s mí@s, me he asomado al intento de este blog. Espero haber pergeñado algunos rasgos,
comunicando a la par mi búsqueda con vosotr@s a través de sus palabras, a través de las vivencias que subyacen a las pobres y pequeñas palabras.
CUALQUIER APRENDIZAJE os lo adjudico a vosotr@s, que vosotr@s sois sus autores, como lo soy yo de los míos. Sé que no son mis palabras causa de ellos, la causa sois vosotros. Sé que mis palabras (permitidme la metáfora) son tan sólo como un klinex de usar y tirar. Y solamente aquello a lo que hayáis llegado en vuestra acción interna mientras leíais, SÓLO ESO ES LO VÁLIDO.
Lo demás pasa como el viento que arrastra por los aires las hojas caídas de los árboles…