No iba a ser este el texto de hoy…Lo extravié…
Pero me parecen iguales en su esencia, y por ello me permito volverlo a mostrar ante vuestra consideración…
Una cierta clásica definición de la política –cuyo autor no recuerdo- rezaba que “la política es el arte de lo posible”.
Puede recurrirse a cuantas definiciones tenga cada quién en su propio archivo. A ninguna prestaré ni creencia ni afirmación cierta. He colocado ahí una de ellas que no parece estar excesivamente sesgada. Por comenzar por algún sitio…
Mas prefiero ir a los hechos lo más posible y tratar de verlos como son lo mejor que podamos. Porque esa misma “definición” entraña ya oscuras posibilidades porque “lo posible” ¿qué será y qué decidiremos que sea en cada situación?.
Trata, sin duda, la política del gobierno de los pueblos y las gentes.
Y mirando desde el presente al pasado más remoto, un hecho se ha repetido siempre:
QUE UNOS POCOS GOBIERNAN A CASI TODOS.
Han variado las formas y maneras de establecer “quiénes gobiernen”. Quizás entre las tribus primitivas fue el jefe el más fuerte y vigoroso. O el mejor cazador. O el mejor guerrero.
También ha existido el gobierno de los ancianos.
Y luego tantas formas, pasando por monarcas y dinastías, llegando a las repúblicas, democracias y monarquías parlamentarias modernas.
UNOS POCOS ARRIBA, MUCHOS ABAJO.
Unos pocos mandando, muchos obedeciendo.
Unos pocos con mucho poder (económico y bélico), muchos sin prácticamente ningún poder.
Me parece que esto es un hecho histórico innegable, con alguna rara excepción tribal como una que me contaron de una tribu del Amazonas en la que cada noche, en torno a un fuego, toda la tribu se reunía para expresar cada uno alguna concreta queja, que algo –por ejemplo- le había desaparecido de su choza, e iban “resonando” todos para lamentar “lo mal que se tenía que sentir” el autor del robo.
¡Y a la mañana siguiente el objeto había aparecido…o alguien se había marchado de la tribu!
Las formas modernas llamadas “democráticas” declaran todas que “la soberanía” la tiene el pueblo.
Declaraciones verbales hacen todas las actuales políticas y políticos, eso no falta.
Pero me parece muy diferente la realidad.
Los “elegidos” democráticamente (que eso mismo se arbitra de distinto modo en muchos países, “las reglas” de la democracia), una vez que asumen el poder ¡son ellos quienes deciden!
Y se dedican “a gobernar”, es decir, a mandar a los ciudadanos lo que a ellos les parece.
A “ejercer el poder” sobre ellos.
Y pueden, sin duda, establecer leyes –a las que los ciudadanos han de estar sujetos- y penas y castigos para quienes no las cumplan.
“Iguales todos ante la ley”, reza otro dicho.
Lo cual la realidad desmiente pues todo el mundo sabe que sobre unos infractores recae un peso pero no sobre otros. Que ahí está el hecho de “la corrupción” y el anecdotario es francamente largo.
LA CORRUPCIÓN. ES EL TREMENDO HECHO.
Que no comienza, por cierto, en las aplicaciones de sentencias en los tribunales.
Que ya lo he relatado al describir el hecho básico de unos pocos sobre los muchos.
Porque EL PODER de unos humanos sobre otros, y más en tal proporción, YA ES LA CORRUPCIÓN.
Y porque –quiérase o no- gobernar es hacer uso del poder.
Dicen los políticos que ellos no son sus propietarios, sino que el pueblo LES HA DELEGADO SU PODER SOBERANO…¡Hasta las siguientes elecciones! Porque lo que es el entretanto…
No sé, amig@s mí@s, si habéis tenido la experiencia de contemplar a algún ser humano ANTES Y DESPUÉS de otorgarle algún poder.
¿Habéis observado cómo cambia?
¿Habéis percibido cómo se reviste de una invisible capa de importancia y dignidad superior?
¿Y a los que le rodean?
¿Cómo aparecen la adulación y el servilismo?
¿O también la envidia y el rencor?…
LA CORRUPCIÓN.
SACA EL PODER, DEL DEPÓSITO HUMANO DE CORRUPCIONES, CUANTO HAY EN ÉL…
Bien cierto es que el poder, el mando o el gobierno no han inventado lo corrupto. ¡Ya residía en el subconsciente humano! Existió desde el momento metahistórico en el que el cerebro/mente humanos decidieron ROMPER CON EL CENTRO DEL TODO y convertirse ellos en el centro.
Cuando nació “el ego”.
Cuando se rompió la óptica verdadera de LA REALIDAD.
Cuando se decidió aplicar LA MEDIDA DESDE EL YO.
¡TODO QUEDÓ ROTO Y APARECIÓ LA CORRUPCIÓN!
Esta corrupción que existe en todos y en todas partes, la que es el MUNDO VIEJO que ha de desaparecer para que la humanidad sea NUEVA.
La que se lidia cada día en el interior de nosotr@s mism@s y que solamente se puede transformar por la constante acción de la CONSCIENCIA…
No la inventó, pues, el poder ni la política.
¡PERO ES UN LUGAR MUY INTENSO PARA CONVOCARLA!
Tiene un especial “magnetismo” para atraer las mil muestras de “la corrupción del ego”.
Y algunos de sus motivos voy a señalar…
Las políticas que conozco tienen todas ellas una “ideología”. Y los grupos que la ejercen tienen todos ellos “sus intereses”.
En días pasados he tratado de mostrar cómo “las ideas” y su formación en un conjunto, convertidas en “ideologías”, PRODUCEN INSENSIBILIDAD.
La distancia –ante todo- de las ideas a La Realidad, es el primer fundamento de este hecho, de lo cual también he escrito recientemente y –en cierto modo- a lo largo de todo este blog al señalar al “pensamiento” como el gran instrumento del “ego”.
“Ego” y REALIDAD, SON INCOMPATIBLES.
Porque no me estoy refiriendo a cualquier cosa que llamemos real. No hablo de lo que es real para la ciencia y la técnica. Ni de lo que es para el llamado “realismo ingenuo” que se cree que los sentidos le transmiten lo real tal como es. Ni para cuantos establecen lo real fundándose en sí mismos, en sus deseos y temores, en sus ambiciones y barbaries.
Digo LA REALIDAD que es EL TODO. La que no se ve. La que no cabe en pensamiento.
A ello me refiero cuando afirmo que es incompatible con el ego…
Y bien cierto parece que la política es una actividad del ego, lo cual ya queda demostrado desde el instante en que “pocos dominan a muchos”.
Mas miremos un poco más los dichos de los políticos.
Dicen que representan la soberanía del pueblo.
Con lo cual, cuando “suben al poder” se convierten en “intérpretes” de la voluntad popular.
Asumen que interpretan tras ofrecer un programa electoral.
Pero no interpretan cuando ellos tienen sus propios intereses que cuidar. Para eso no les dio la representación el pueblo soberano.
Esos intereses quedan ocultos. Los saben ¡ellos!.
No entran en los programas electorales.
Y salvedad hecha de medidas muy concretas, los programas mismos se componen de abstractos y generalidades que con lo más que pueden conectar es con otros abstractos de la mente de los electores.
Intereses no declarados por una parte.
Palabras –más o menos rimbombantes- por otra.
Y después…¡el juego de las decisiones sobre los hechos sociales concretos!
LA INTERPRETACIÓN, la siguiente pieza del sistema político, después de los OCULTOS INTERESES.
Cualquiera que tenga la más mínima experiencia y conocimiento de la comunicación humana, sabe la cantidad de ERRÓNEAS INTERPRETACIONES que se producen entre los comunicantes.
Por ello organizaciones y empresas gastan dinero en instruir a sus cuadros en cursos de comunicación.
Y sucede ese hecho entre personas que se comunican frecuentemente…
¿Y HAY TAL COMUNICACIÓN CON LOS CIUDADANOS?
¿Y “LA INTERPRETACIÓN” QUE LOS POLÍTICOS HACEN DE LA VOLUNTAD DE LOS ELECTORES VA A ESTAR CARENTE DE EQUÍVOCOS, MALOS ENTENDIDOS, PALABRAS ERRÓNEAMENTE EMPLEADAS , SESGOS INTERESADOS, OLVIDOS…Y TANTAS OTRAS COSAS QUE DIFICULTAN LA INTERPRETACIÓN CORRECTA?
Como se dice coloquialmente, “no se lo creen ni ellos”…
Y puesto ellos a oir (que “escuchar” es muy alta tarea) ¿a quién hacen más caso? ¿A los más ricos y poderosos, a los más humildes, a los más necesitados, a los que más ruido hacen, a los que militan en sus filas, a “los enchufados”?
Porque sucede en este país que hay “otro estamento” que probablemente es el que más ruido puede hacer, que se llama “sindicatos”, los cuales –sin haber mediado ningún proceso electoral- “interpretan” también “el bien de los trabajadores”, estando mantenidos por el dinero de todos aunque no pertenezcan para nada a ellos.
¡MÁS INTÉRPRETES!…
Y el llamado “pueblo soberano” está ahí, viendo venir a unos y otros…y finalmente pagando con sus impuestos las facturas de todos ellos.
¿Y NO ES PARA VER “BRECHAS” POR TODAS PARTES EN ESTE SISTEMA?
Los políticos toman decisiones y echan discursos.
Los ciudadanos trabajan y pagan impuestos…
Si alguien no se da cuenta de “la duda necesaria” que los ciudadanos hemos de tener ante los políticos, realmente se ha ganado a pulso ser su juguete.
Si alguien “se traga” sin más sus propagandas,
o lo hace también por sus propios intereses, ocultos o manifiestos, o tiene una ingenuidad antológica.
Tal ingenuidad, desde luego, no es ninguna muestra de bondad, ningún maestro ni siquiera ninguna religión o moral lo va a considerar como tal.
ABRIR BIEN LOS OJOS Y LOS OÍDOS ES NECESARIO PARA CAMINAR EN LA VIDA.
BIEN QUE SIEMPRE LA RESPUESTA ES NUESTRA Y DE SU CALIDAD SOMOS L@S ÚNIC@S RESPONSABLES.