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Archivos diarios: 4 abril, 2011

Si no llegas al dolor…

Si no llegas al dolor y mansamente no le sobrepasas
JAMÁS LLEGAS AL AMOR.
Olvida, por favor, las voces estúpidas que presentan el amor como experiencia placentera…
Olvida ese cine de dulces parejitas virtuales,
que fluyen sobre las músicas de fondo, en deliquios y delirios placenteros y sensuales, como si todo su ser no fuera más que una tarde de tranquila primavera…
Olvídate del amor de celuloide y propaganda, de salsas rosas, de parejas de quita y pon, que solamente buscan los ratos de placer que el cuerpo proporciona cuando aún no se ha cansado del estímulo, cuando todavía la otra carne les resulta nueva y atractiva…
Olvídate también de las parejas aburridas, del sexo de fin de semana más o menos conseguido, del llevarse más o menos bien, del soportarse, del – según dicen- “ quererse todavía”, del estar acostumbrados y del “por no cambiar”…
Olvídate, por favor, de lo que abunda, de la vidita ordenada y socialmente aprobada, hasta alabada…
Olvida todo lo vulgar y acostumbrado, lo que no te cuesta, lo que te gusta y no sabes por qué, del cariñito y las maneras tan corteses, que parece que te han dado la estupenda droga, la droga estúpida
de vivir fluyendo en la superficie de la vida, sin saber por qué ni para qué existes, tan content@ en lo banal, en el chiste y lo ordenado por tus propias ideas y -¡encima!- satisfech@…
Si no llegas al dolor y lo trasciendes mansamente, sin protesta ni queja, sin ira y resistencia…jamás llegas al amor…
Nunca pienses que el amor es un juguete, ni doméstica experiencia, ni un asunto de tu privada vida que no afecta a los demás.
Nunca te creas que el amor sea la comedia que se representa dentro de los muros de tu casa y en tu cama, sin que nadie la contemple ni la aplauda ni la pite.
Nunca te creas que sea asunto que guardar, que los demás no puedan verlo, que el trabajo es importante y no lo puedes contaminar con aquello que sucede entre ti, mujer o hombre, y que es tan sólo para vosotros dos…
Nunca te creas, nunca te creas nada si no has llegado hasta el dolor…
El timón y la quilla de los barcos se sumergen hondamente bajo el agua. Solamente así pueden dar a la nave dirección entre las olas y los vientos.
Solamente si llegas al dolor y te deshace, solamente si lo vives y de él sales distint@, como nuev@, con otra alma y otro corazón, dejando el viejo entre las rocas estrellado, bajel que ya de nada sirve, olvidado y hundido…
Solamente así será posible que llegues al amor…
Te crees que vives una vida y es mentira. Has de vivir al menos mil.
Te crees que eres un ser y es falso también. Más de mil habrás de ser cuando el dolor te rompa en mil pedazos, cuando dejes de existir en lo que eras para llegar hasta el amor.
A persona amada le decía: “No es cómodo el amor, porque te está rompiendo constantemente”.
Y no era sólo un decir…
¿Sabes bien lo que son las apariencias?
¿Sabes distinguir el marco pintado de purpurina del oro puro?
¿Conoces la sonrisa falsa, el saludo “social”, la amabilidad maquillada y comercial, las buenas maneras que nada encierran, la distancia entre conducta y corazón?
¿Sabes distinguir la mirada verdadera de alguien que ha sufrido y aceptado el dolor, de esa otra mirada que en el fondo no sonríe, que está en el fondo amurallada para no verte ni tener el más leve interés en ti?…
Si no llegas al dolor jamás podrás amar, ni amarte a ti mism@ ni amar a nadie más.
El dolor es la reja que abre tu parcela, que hiende tu tierra y que destroza la roca en que muchas partes de ti se han convertido.
El dolor es la tormenta que desata rayos que queman tu triste habitáculo, la diminuta casa de tu ser encallecido.
El dolor es mensajero de lo que tú no sabes ser, pero sólo si lo aceptas, si lo acoges, lo recibes como al huésped más importante que jamás puedas tener.
Solamente si tu corazón se deja atravesar por él como una espada mágica, como algo propio de los sueños, como algo que brota de la vida para hallarte y sorprenderte y trasformarte cuando tú no lo esperabas, cuando rompe previsión del pensamiento, cuando cae tu esperanza, cuando ya estás vencid@…
Solamente así, si te dejas alcanzar y sorprender, si te olvidas de lo que fuiste, si te mueres y resucitas después, con nueva luz, nueva mirada y nuevo ser…
LLEGARÁS HASTA EL AMOR…

 
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Publicado por en 4 abril, 2011 en Sin categoría

 

Me entristece no llegar…

Me entristece no llegar a vuestra mente y corazón con las palabras.
Me entristece que no sean ellas capaces de ayudaros a ver tan claro como la luz, tan directo como vuestra propia experiencia.

Me entristece que os trasmitan ideas en vez de realidades, que podáis verlas como “teorías” en vez de una efectiva forma de vivir.

Me entristece que sean meras palabras, que no contengan poder y energía para llegaros al corazón, para que sintáis de forma tal que podáis deteneros en ello, anclar en ello, tocarlo y poder –a partir de ese instante- vivirlo de modo real y verdadero.

Triste es nuestra comunicación a través de las palabras. Muchas veces son equívocas, otras oscuras, otras no resultan comprensibles, otras no dicen nada…
Y lo más triste es que lo que llega de ellas se deposita en esa zona del cerebro que llamamos “racional”, el neocórtex. Una zona que llamo “digital” porque funciona como un ordenador, sumamente avanzado sin duda alguna, pero ordenador a la postre.
Precisa ella del cerebro emocional para alcanzar “resonancia existencial”, para sentir de verdad lo que piensa, para impresionarse, para provocar la decisión de saltar, incluso en el vacío, PARA LLEGAR AL ENCUENTRO CON LA VERDAD…
Por eso cuando leais, amig@s míos, no lo hagáis como quien se está informando, como quien lee noticias de prensa, ni como quien quiere entender perfectamente, ni siquiera como quien reflexiona…
SINO COMO QUIEN PONE EL CORAZÓN Y LA VIDA EN ELLO.
Y las palabras dejarán de serlo para vosotr@s.
Y será vuestra mente y consciencia quien avance al encuentro con la Verdad que os lleva a la Felicidad.
No os lo estará diciendo nadie, cruzaréis más allá del pensamiento, os pondréis en contacto con la realidad…Y LA REALIDAD…

En un diálogo entre Krishnamurti –gran maestro espiritual del s.XX- y el Dr. David Bhom –Premio Nobel de física- preguntaba éste qué era lo que realmente influye más profundamente en la comunicación.
Y respondía Krishnamurti que “el amor que estaba en ella implicado”.
Aunque no os conozca, amig@s, más que a algunos, os digo de corazón que pongo amor en lo que os escribo, que solamente deseo vuestra felicidad.

 
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Publicado por en 4 abril, 2011 en Sin categoría