¿Y por qué no te decides?

Ya has escuchado, amig@, que puedes ser feliz.
Hasta la ciencia más moderna del cerebro, la neurociencia, te lo dice.
Incluso te lo cuentan por televisión…
Pero tú no te decides…
¿Por qué?
Parece bastante claro:
Te fías mucho más de ti mism@, de tu propia experiencia, de cómo llevas viviendo toda la vida que recuerdas…
Ni siquiera recuerdas cuándo cambió la orientación de tu vida, porque de niñ@ no eras así.
Te fuiste haciendo a ti mism@ sin darte cuenta.
Fuiste acumulando decisiones.
Aceptaste maneras de ser y de pensar que estaban en tu ambiente, en tu casa incluso, en tu padre y en tu madre…
Tus amigos después…figuras relevantes de tu entorno luego…
Te hiciste de la manera que ahora eres…
Y no te das cuenta de que “tu experiencia” es como es porque ya vas a ella con una manera de ser, de pensar y sentir.
Y por ello tu “experiencia” no te da el apoyo de algo real y verdadero por mucho que te lo parezca.
No te da otra cosa que la comprobación de ti mism@.
“EL OBSERVADOR ES LO OBSERVADO”.
¡Tú estás en lo que observas!
Porque lo observas desde ti, desde tus pensamientos, sentimientos y actitudes que has ido acumulando sobre tu ser, echando tierra encima de ti, construyendo algo –perdóname- falso sobre ti mism@…
A ese ser que ni siquiera es tu auténtico ser, es al que das más crédito.
Y ello te sitúa en una difícil posición:
– Estás equivocad@, porque no vives la felicidad de la vida…
– Pero no puedes salir de tu equivocación porque te fias de ti y de tu INTERFERIDA experiencia, en vez de las voces que te dicen desde fuera que puedes ser feliz.
Y tienes que elegir.
Poniéndote a ti mism@ en cuestión.
Si no lo haces, rechazarás la realidad que te viene de fuera.
Y seguirás sin decidirte.
Pero no te preguntes por qué, ya lo tienes claro…
Bueno, en realidad lo dudo.
Porque seguirás aferrado a la idea de que tu experiencia te avala, que es más cierta y segura que lo que dicen los sabios y lo científicos.
“¡Vete a saber!…Hoy te dicen una cosa y mañana otra”…
Y se te empiezan a ocurrir razones y razones para desestimar lo que viene de fuera…
Nunca te habrías considerado tan capacitado para la crítica…
“Bah, como para hacerles caso… se dicen tantas cosas…”
Muy diferente sería tu reacción si dijeran algo de lo que tú estuvieras convencid@.
No tendrías entonces duda alguna…
¡Porque coinciden contigo!…
Vas a tener que considerar que justamente donde no coincides, donde rechazas, donde no te parece que está lo acertado…¡va a ser allí donde está!
Y advierte que es muy lógico:
Si tú estás equivocad@, lo acertado será justo lo contrario, lo que rechazas…
Si en un examen copias la respuesta de alguien a quien han suspendido, te suspenderán también a ti ¿no te parece?…
¡Tómate en serio a ti mism@, caramba, que se trata de ti, de tu felicidad!
Acepta en serio que estás equivocad@.
¡Si no tienes más que mirar tu vida para darte cuenta de que estás en manos de preocupaciones y conflictos, que puntúas bajo en el amor, que no eres feliz!
Y, por lo tanto, NO TE QUEDA MÁS REMEDIO QUE SALIR FUERA DE TI, DE BUSCAR FUERA DE TI…
Tienes que escuchar, buscar, investigar…
Y -la verdad- hoy día lo tienes más fácil.
Hoy día se puede hablar de otras cosas que de la iglesia católica.
A pesar de que sigue siendo muy poderosa.
Durante el régimen político anterior, la iglesia era la única que tenía voz.
Hoy puedes investigar libremente para salir de tu error.
Sí, admítelo, tu error.
Si no admites eso…¡no tienes remedio!…
Bueno, seguramente entonces no llegarías a leer estas frases, ni llegarían a ofenderte…
DATE CUENTA DE TU ERROR, SERIAMENTE, AMIG@ MÍ@, PORQUE ES EL PRIMER PASO NECESARIO PARA QUE TE DECIDAS A BUSCAR Y REALIZAR LA VERDAD…
LA QUE TE LLEVARÁ A SER FELIZ…