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Archivos diarios: 18 abril, 2011

Meditar…

Escucho en mi mente a las personas a las que he oído hablar de meditar.
Recuerdo a Flor del desierto con quien hablé de ello, preguntando y preguntando yo para saber qué ponía ella dentro de la palabra. Hasta llegar –gozosamente- a comprobar que ponía lo mismo que yo…
Ella es alguien que todos los días dedica un amplio tiempo, recogida en un cuarto suyo donde quema incienso y se coloca en el suelo, para meditar…
Yo hice algo semejante hace muchos años.
Usaba posiciones de yoga para ello…
Ya no lo hago así.
Mi intento es vivir meditando, y os dejaré, amig@s míos, la intriga de si lo consigo o no.
Y quiero ahora dialogar con vosotros un rato sobre ello, ir dejando pasar las palabras sobre ello y caminar juntos este rato para ver dónde llegamos…
Cosas diferentes hacen las personas que denominan “meditar”.
MEDITAR es algo necesario para quien quiera ser PERSONA TOTAL, cosa que incluye todo nuestro ser, externo/interno, pensamiento y emociones, deseos y temores, decisiones, amor…y cuanto ya casi ni se puede nombrar que constituye nuestro ser…
Eso que unos llaman alma, otros espíritu, otros apertura a la Mente Común, otros a la Mente Universal, otros a La Fuente Infinita de todo…EL INFINITO TODO dentro del cual y como parte suya
vivimos y existimos y somos…
EL SER TOTAL…
Y parece que no es posible cultivarlo sin meditar.
Veamos, pues, y juntos significados que se dan a esas acciones que uno realiza cuando dice “meditar”…
REFLEXIONAR es algo que frecuentemente hacen muchas personas cuando dicen que meditan.
Consiste ello en centrarse a pensar sobre algún asunto o algún problema, darle vueltas en la mente para conseguir aclararlo o resolverlo.
Entiendo que básicamente tratan estas personas de pensar en ello, sea cual sea el asunto.
Incluirán también las emociones y sentimientos que tienen, pero lo harán desde su pensamiento.
Encontrarán acciones ajenas y acciones propias que les produzcan algún juicio de valor.
Buscarán si están acertados o no a tenor de lo que en su mente figure como “criterio”.
Compararán, revisarán información…
Y su reflexión será básicamente “un darle vueltas en su mente” para conseguir una finalidad, aclarar, resolver, decidir…
Esto para mí no es meditar…
CONCENTRARSE es otra acción que buen número de personas estiman como meditar.
Concentrarse en la respiración siguiendo –por ejemplo- las técnicas del yoga.
Concentrar la atención y la consciencia en ello, o en el cuerpo, o en su cenestesia, o en algún chakra…
Esa concentración produce un género de quietud porque expulsa de la atención los pensamientos y demás funciones del psiquismo.
Llegan algunos –según definen ellos- a “quedarse con la mente en blanco”, lo cual también merecería investigarse para saber qué quieren decir exactamente.
Pero, y sin embargo, la quietud y el vacío (si con “la mente en blanco” quieren decir eso) al que llegan es –desde mi punto de vista- “forzado y no natural” para la mente.
Porque están obligando a su mente a que prescinda de partes importantes de sí misma, a ignorarlas.
El “foco de la atención” (como si se tratara de “luz”) se intensifica en un punto y reduce su área.
Y destaca algo sobre lo que la atención no solamente “se centra”, sino que “se concentra”, dejando en oscuridad todo lo demás.
Pierde de ser este acto, en consecuencia, UNA VISIÓN HOLÍSTICA, de totalidad.
Sólo se percibe ese punto, esa realidad concreta.
Y –ciertamente- se emplea mucha energía en ello y pueden obtenerse variados resultados.
Consiguen los yoguis de esa manera un enorme dominio sobre su cuerpo y sus funciones.
Hasta pueden detener su corazón y volverlo a activar…
Tal vez la palabra DOMINAR presida este tipo de actividad mental.
Palabra que cuestiono intensamente porque me parece un uso del PODER que puede ser realmente peligroso.
Y que en todo caso, como ya os he dicho amig@os mí@s, NO ES TOTAL, y no es respetuoso.
Y el respeto, entendido en su válida acepción, es algo que El Amor hace y no se ha de perder en nada ni hacia nada, so pena de desfigurar la mente y sus verdaderas dimensiones…
Hay otra acción que es CONOCIMIENTO DE LA MENTE y, por ello, es sólida y segura.
Porque el conocimiento de sí es el comienzo de la sabiduría, y perdonad que lo repita vez tras vez porque es frase fundamental.
Voy a comentar una forma de realizarla que, para mí, es meditación y es la siguiente:
Dejar vagar libremente la mente, sin interferir sus movimientos, estando solamente atentos a y conscientes de ellos.
Irá así la mente a donde ella quiere (no a donde hayas decidido por algún interés consciente) y darse cuenta de ello es conocerla y es meditar.
Puede realizarse esta acción de diferentes maneras.
O paseando a ser posible en paisaje de naturaleza, o sentándose tranquila y relajadamente en lugar oportuno y solitario…
Y dejar vagar la mente…
Se aprende así lo que ella quiere, más allá de lo consciente, tarea muy importante dado que el 90% de nuestro ser está oculto por debajo de la consciencia, como el iceberg oculta su gran masa bajo el agua.
En este estado de atención y consciencia, hay otra acción meditativa.
“Descubrir los esquemas equivocados de la mente” es aprender.
Y ello –al contemplar el vagar de la mente- aparece en la consciencia.
Y se realiza otro aprendizaje en la meditación…
En esta meditación los aprendizajes son indefinidos. Y se ciñen a la realidad de nosotros mismos que es lo verdaderamente serio e importante, puesto que se trata de transformarnos…
El segundo nivel de la meditación se escapa del intento del meditador.
No hay técnica alguna ni intento del pensamiento o del deseo o de la propia decisión que pueda lograr lo que sucede gratuitamente en ella…cuando “Aquello” quiere.
Se trata del Silencio total de la mente.
No provocado, llegado.
No pretendido, regalado, sorprendente…
Es un don, no un logro ni un resultado de ninguna acción nuestra.
El Silencio es el velo bajo el que se produce el encuentro.
Que es una PRESENCIA que no puede definirse.
Por eso empleo el término “Aquello”, tomándolo de un gran maestro.
Porque no define…
Sí recibe conscientemente la mente, en esa luminosa oscuridad, “los efectos” más perceptibles de tal visita:
Paz y seguridad totales…Felicidad…
La tradición budista traduce la palabra “buda” por iluminado, bienaventurado, feliz…
“Aquello” produce esos efectos en nuestra mente.
Y deja otra huella que puede ser muy duradera:
Quietud en la mente.
Espacio.
Vacío en el que quepa…desde mucho a todo…
Como el vacío en el Universo es el continente…
Puede perderse, al menos aparentemente, si te sumerges en las “reacciones” del depósito de tu memoria, sobre todo subconsciente, dejando de realizar “acciones creativas” ante sucesos y personas.
Pero puede recuperarse, como “volver a conectar” con los regalos que “Aquello” dejó en ti…
Esta es, amig@s mí@s, desde lo que yo puedo ver
la cumbre de la meditación.
No por cuanto he afirmado de que nosotros no podemos lograrlo, penséis que no os va a llegar.
Os puede venir en cualquier momento en que estéis realmente en paz, mirando y escuchando.
Porque “Aquello” es inmensamente benevolente.
Y está abierto a mostrarse a todos los seres, prescindiendo de cualquier idea de mérito o diferencia con los demás.
TODOS SOMOS IGUALES ANTE “AQUELLO”.
Y siempre puede venir…

 
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Publicado por en 18 abril, 2011 en Sin categoría